Los Vengadores: Marvel Gold: Cadena de Mando (1984)
Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-los-vengadores-marvel-gold-cadena-de-mando-1984/Seguimos en la larga etapa de los Héroes más Poderosos de la Tierra guionizada por Roger Stern. En concreto, en la subetapa dibujada por Al Milgrom, que finaliza precisamente en esta nueva entrega. Por su parte, Joe Sinnott, que sigue siendo el entintador, hace lo que puede para que los trazos de Milgrom sean más vistosos. Por fortuna, en el próximo volumen nos espera John Buscema.
Un nuevo tomo que argumentalmente arrastra del anterior el misterio que envuelve a la Visión. Recordemos que el sintozoide volvió a la vida gracias a ISAAC, el ordenador central de Titán, el mundo de Eros, ahora miembro de los Vengadores bajo el alias Starfox. ISAAC parece haber tomado parte de la voluntad de la Visión, o por lo menos eso es lo que nos intenta transmitir Stern a lo largo de este volumen haciendo repetida mención de un misterioso plan que el sintozoide se traería entre manos, un plan que afectaría al grupo en sí. El cambio de personalidad de la Visión, ahora líder de los Vengadores, es fácilmente advertido por sus compañeros de grupo, que se muestran ciertamente preocupados, siendo ésta la línea de guion que, de alguna forma, sirve de hilo conductor de las diferentes tramas.
El grupo lo completan la Bruja Escarlata, la Avispa, Zorro Estelar, la Capitana Marvel y el Capitán América, aunque éste último se ausenta bien avanzado el tomo, cediendo su lugar a Hércules, que regresa así al grupo.
El volumen consiste en diferentes arcos argumentales sin aparente relación entre ellos, pero que siempre encuentran enlace en algún que otro hilo, aparte del mencionado relativo a la Visión.
El primero de ellos toma prestados de la colección de Rom a sus mortales enemigos, los Espectros Espaciales. En una historia de acción y ciencia ficción de género de catástrofes, los Vengadores se ven envueltos en medio de una disputa entre las dos especies rivales de Espectros Espaciales. Debidamente camuflados gracias a su capacidad metamórfica, ambas facciones de Espectros han logrado apoderarse de diferentes proyectos de cosmonáutica en Cabo Cañaveral, los cuales amenazan con la destrucción del planeta entero. Bastante buen arco.
En estos primeros números, Stern aprovecha para insertar diferentes interludios referentes a líneas argumentales externas a la colección. Por un lado, vemos cómo Ojo de Halcón y Pájaro Burlón buscan sede en California para el segundo grupo de Vengadores que vendrá a cubrir la mitad oeste del país. Un grupo, los Vengadores Costa Oeste, que precisamente nace en paralelo a los episodios incluidos en este tomo –también de la mano de Roger Stern– en la Limited Series que sirve de presentación del grupo.
Por otro lado, Stern también deja un apunte en el recurrente hilo argumental referente al pasado de los hermanos Maximoff, un hilo que curiosamente no tendrá inmediata continuidad. De momento tan sólo vemos a Mercurio de visita a Bova (su antigua comadrona-vaca) en Transia y prometiendo vengarse de Magneto.
El que va totalmente por libre es el anual número 13 de los Vengadores. Un episodio igualmente escrito por Roger Stern, cuya singularidad radica en el equipo gráfico. Y es que el mítico Steve Ditko vuelve a ponerse al lápiz, pero esta vez bajo el entintado de John Byrne. Un Byrne que se hace notar, llevando a su terreno los arcaicos trazos de Ditko.
Una funcional lucha del Capitán América con el Arreglador (viejo conocido de la colección de SHIELD) en los laboratorios Northwind, que fueron hogar de Bruce Banner en la etapa que controlaba a su alter ego, pone en alerta el riesgo que supone que las numerosas investigaciones e inventos de Banner caigan en manos enemigas. Efectivamente, Arnim Zola pretende hacerse con toda la valiosa tecnología, de modo que es necesario reunir a un grupo de Vengadores y cerebritos para evitarlo. Esto significa el regreso puntual de Thor y la Bestia al grupo, además de la colaboración de Hank Pym, Míster Fantástico y Hulka. Una historia que no está mal, en la que llama la atención la escena de los Vengadores haciendo frente a un ejército de clones de Hulk.
Lo que resta de tomo parece improvisar un hilo de continuidad con vistas a concluir en el número 250 de la colección, el que precisamente cierra el volumen.
Una pequeña saga en dos partes que curiosamente quedan separadas por un cruce con la espectacular saga de Surtur de la colección de Thor. Un episodio que no se suele incluir en los volúmenes recopilatorios de la etapa realizada por Walt Simonson, pero que no deja de ser un capítulo de la batalla de asgardianos y superhéroes contra las fuerzas de Surtur en la Tierra. De hecho, es en este número donde se explica cómo los Vengadores, los Cuatro Fantásticos y Hércules se unen a la batalla.
Volviendo a la comentada continuidad propia del título que nos ocupa, Roger Stern empieza el tramo final escribiendo un capítulo más en la saga de los Eternos. Un arco argumental construido alrededor del clásico ritual de la Unimente, por el cual todo individuo de la arcaica raza se une en cuerpo y mente para determinar el destino próximo de la comunidad en conjunto.
La novedad viene por parte de Eros, que al escuchar el relato de origen de los Eternos en boca de Sersi, sorprende a todos descubriendo que su padre, Mentor, no es otro que el eterno exiliado Alarn, hijo de Cronos. Alarn-Mentor llego a la civilización en decadencia de Titán, levantó un futuro alejado de la guerra y construyó la red informática ISAAC para coordinar todas las actividades vitales de ese mundo. El caso es que Eros, como hijo de eterno que es, debe formar también parte del ritual de la Unimente.
Todo ello no deja de pasar del plano anecdótico cuando empieza realmente a desarrollarse una trama con el inevitable oponente. Se trata de Maelstrom, un supervillano, ya presentado en el título Marvel Two-In-One, que tiene la capacidad de absorber la energía cinética. Maelstrom se presenta en Olimpia con la intención de absorber todo el poder de la Unimente. Para ello cuenta con su lacayo, Mortífero, que en esta ocasión parece servir a una fuerza superior. El caso es que Mortífero logra escapar, dejando por el camino unas cuantas preguntas sin respuesta, mientras que Maelstrom corre peor suerte.
La sorpresa viene en el último número del tomo, cuando Maelstrom regresa a la vida, en la figura de un clon de su cuerpo, para volver a intentarlo. No sólo eso, sino que el villano logra también resucitar a los otros tres secuaces que le acompañaron en su primer paso por el Universo Marvel. Tres supertipos con extraños poderes que responden a los nombres de Helio, Fobius y Gronk. Para la ocasión, la energía que pretende absorber Maelstrom es la de la fuerza rotacional de la Tierra, ni más ni menos, cosa que amenaza con causar una devastación sin precedentes.
Es el número 250 de la colección, de doble grosor, cuyo acontecimiento conmemorativo viene a ser la primera colaboración entre los dos grupos de Vengadores, los de siempre y los recién estrenados Vengadores Costa Oeste. Un buen episodio de acción y épica que sufre del mismo defecto que los anteriores, que si hubiera contado con un dibujante más vistoso seguramente hubiera obtenido mejor valoración.
Como novedad, descubrimos una hasta ahora desconocida capacidad de Zorro Estelar. El titán ostenta el poder de alterar los centros de placer de cualquier individuo, lo que le permite hacerse con el control de su voluntad. Roger Stern vuelve así a poner el ojo en un personaje al que apenas se había dedicado desarrollo.
Conclusión.Buen tomo, sin más, correspondiente a una etapa que todavía tiene que ofrecernos lo mejor.
La peor parte se la lleva el apartado gráfico. Al Milgrom, en general, no está a la altura del cometido.