La viñeta del
Secret Wars 12 es la culminación de todo la narración in crescendo de Klaw acerca de la resurrección de todos los superhéroes reunidos en el planeta aquél. El punto final. La traca. Un Deus Ex machina como una catedral que resuelve el cliffhanger imposible en que había quedado el número anterior. Me gusta dicho in crescendo: el sacrificio del rollete de Coloso lleva a la resurrección de este, Coloso cura a Reed Richards, Richards utiliza la tecnología extraterrestre para resucitar a todos... Y Klaw, poseído por el Todopoderoso, le cuenta emocionado toda la pirula al omnipotente Muerte, para que éste lo materialice y se autosabotee sólo con imaginarlo. Cómo sonríe Klaw, menuda carita de hijodelagrandísima que pone el tío durante toda la secuencia.
Al contrario que a celakanto, para mí lo bueno de Secret Wars llega al final, exactamente en los dos últimos números, donde por fin la historia toma un rumbo definido, se la ve encauzada y dirigiéndose a algún sitio más allá de "soltamos a héroes y villanos en un paisaje sin gracia alguna y que se den de hostias un rato". Eso no quita para que Secret Wars, fuera de su contexto histórico, sea una mierda como un piano, con un guión bastante tosco de Shooter y un dibujo apresurado de Zeck, por debajo de sus capacidades habituale, o del no demasiado bueno Layton. Su único objetivo fue vender juguetes (eh, los muñecos eran la leche casi todos, no como los adefesios de los Marvel Legends modernos) pero es
imposible no recordarla con cariño. No conozco a nadie que viviese Secret Wars
en su momento que ahora no la recuerde con afecto (la nostalgia es así) al tiempo que también piense que es un basurón de puro marketing.
La otra viñeta, la inicial del
Secret Wars 11, con el rostro resturado de Muerte, refleja perfectamente todo esto que digo: una cara anodina y sin personalidad (podría ser cualquier personaje de ese mismo cómic) que, en realidad habíamos visto ya en el pasado. ¿O acaso no habíamos visto el rostro de nuestro querido dictador antes del accidente, en flashbacks y demás? Pues eso. La gracia habría sido verle la cara deforme sin máscara, pero lo otro... lo otro es una cara normal sin más (vale, sí, tiene las cejas de Dan Dare) que sólo cumple la función de mostrarnos que el poder que ha tomado Muerte del Todopoderoso es tal que... que... que incluso puede lograr lo mismo que Corporación Dermoestética pero, eh, sin pagar, dato importante! Naturalmente, en la época me pareció también un momento impactante, y la verdad es que está majo sin no te paras a pensarlo mucho.
De todas formas, pese a todos sus fallos, Secret Wars dejó varios momentos para el recuerdo. Total, su objetivo era epatar más allá de cualquier otra consideración, ¿no? También dejó muchos momentos vergonzosos, entre los que soy incapaz de olvidar el "inspirado" diálogo entre Iron Man (que en aquellos día era Jim Rhodes) y Reed Richards cuando éste último le está arreglando parte de la armadura y queda expuesto el color de la piel de Rhodes:
- ¿No te sorprende ver un negro bajo el metal?
- No. ¡Sólo pensé en que era un hombre!
Nuff said!