Seguimos con la BM Patrulla-X nº 7 para comentar el desenlace de la Saga de Factor Tres (X-Men #37-39), aunque dejaremos de lado de momento los complementos de “Orígenes” que vienen en los #38 y #39, ya que requerirán un análisis más detallado debido a su importancia.
NOSOTROS, EL JURADO…
- Nueva aparición del Cambiante (Kevin Sidney), al que también se le llama “Número Dos”, lo que nos indica que este mutante al que hemos visto en los dos episodios anteriores es en realidad un lugarteniente del verdadero líder de Factor Tres. El Cambiante repasa grabaciones de La Patrulla-X en acción mientras sus dispositivos espía le informan que éstos van a tomar un vuelo regular hacia Europa, por lo que ordena a una nave en forma de OVNI que destruya el aeroplano (el tipo de tecnología que utiliza Factor Tres, con platillos volantes y robots sacados de “La Guerra de los Mundos”, ya nos da una pista de quién puede estar detrás de todo esto).
- Viendo el peligro en que se encuentran los pasajeros del avión, La Patrulla-X se lanza al vacío (quitando el detalle de la posible descompresión en cabina, lo cierto es que El Ángel ya podía haber liberado sus alas antes de saltar...), y se las apaña en el aire para destruir el OVNI que les ataca así como aterrizar con suavidad. Una vez en tierra son atacados por más robots de Factor Tres, hasta que finalmente resultan capturados y llevados a la base enemiga.
- Nuevas apariciones del Desvanecedor (Teldford Porter, nombre posiblemente falso), Unus el Intocable (Angelo Unuscione aka Gunther Bain), La Mole (Fred J. Dukes) y Mente Maestra (Jason Wyngarde), que a modo de jurado siguen desde unas pantallas una parodia de juicio que se desarrolla contra La Patrulla-X. Los jóvenes mutantes son acusados de haber frustrado los planes de estos supervillanos repetidas veces, por lo que son condenados por haber socorrido a los Humanos en contra de sus congéneres Mutantes.
- Al exponer sus agravios contra los Hombres-X, cada uno de los “mutantes diabólicos” (aunque no todos habían sido miembros de la Hermandad de Magneto) exponen la manera en que se han recuperado de sus últimas derrotas: todos han sido rehabilitados en sus poderes gracias a un misterioso personaje llamado el “Amo Mutante”, que es el verdadero líder de Factor Tres y un usuario de tecnología sci-fi avanzadísima. Además, los villanos exponen alegremente su plan: asesinar por un lado a un grupo de generales del Bloque Comunista, mientras al mismo tiempo asaltan una base de misiles americana, con el objetivo de que un bando culpe al otro y estalle una guerra nuclear. Del holocausto resultante solamente sobrevivirán los seguidores del Amo Mutante, así como unos pocos humanos que quedarán reducidos a la esclavitud.
- Finalmente, La Patrulla-X es condenada a ser lobotomizada y reducida a la condición de esclavos, pero consiguen escapar tras destruir la máquina que pretendía lavarles el cerebro. Sin embargo, el Amo Mutante se aparece ante ellos para avisarles que llegan demasiado tarde, pues en apenas una hora estallará la guerra nuclear.
¡LA SINIESTRA SOMBRA DEL… APOCALIPSIS!
- Gracias a La Bestia los jóvenes mutantes logran escapar antes de que se produzca la autodestrucción de la Base de Factor Tres en los Alpes, cometido para el que roban dos de los platillos volantes que usa el grupo terrorista. El Cambiante se empieza a cuestionar que el Amo Mutante les haya permitido escapar, pero el líder terrorista le acusa de insubordinación y amenaza con castigarle duramente.
- La Patrulla-X, aprovechando que disponen ahora de dos platillos volantes indetectables y de velocidad vertiginosa, se dividen en dos grupos para acometer las dos misiones de forma simultánea: El Ángel, la Chica Maravillosa y La Bestia irán a un país de Europa del Este para evitar que El Desvanecedor y La Mole asesinen a varios generales comunistas, mientras que Cíclope y el Hombre de Hielo frustrarán el ataque de Unus y Mente Maestra a una base de misiles americana. Sin embargo, aunque tienen un éxito inicial, la cosa se termina torciendo: el grupo del Ángel, junto con La Mole, resultan capturados por soldados comunistas; mientras tanto, Cíclope y El Hombre de Hielo parecen superados por el ataque de los soldados americanos que protegen la Base.
- Como referencia cultural, El Ángel, pretendiendo enfrentarse en solitario a todas las fuerzas enemigas para mantenerlas entretenidas, cita a “Horacio en el Puente”. Se refiere a la leyenda de Horacio Cocles, un soldado romano del s. VI a.C. que contuvo a sus enemigos etruscos luchando en solitario en un estrecho puente. Aunque latina, esta leyenda fue popularizada en los países anglosajones por el poeta inglés Thomas Macaulay (1800-1859).
¡EL FATÍDICO FINAL!
- Finalmente los dos equipos de mutantes logran enderezar la situación y salvan tanto a los generales comunistas como a la base americana del ataque de Factor Tres, aunque los “mutantes diabólicos” consiguen escapar. Seguidamente y de forma casi “mágica” se dirigen en los platillos hacia la nueva base flotante de forma esférica del grupo terrorista (la débil excusa es que los platillos pueden detectar la ubicación de ésta).
- Una vez se cuelan en la base, son acorralados por todas las fuerzas de Factor Tres, es decir, tanto los robots del Amo Mutante como los supervillanos que le sirven. De repente, el Profesor-X se aparece ante todos ellos y lanza una serie de acusaciones contra las misteriosas actuaciones del Amo Mutante, lo que hace dudar a los “mutantes diabólicos” sobre sus verdaderas intenciones: al parecer no busca solo la destrucción de los Humanos, sino también la de todos los Mutantes.
- Otro Profesor-X reaparece y afirma estar siendo suplantado por alguien: se trataba del Cambiante, que al parecer tiene poderes multiformes y se ha rebelado en contra del Amo Mutante exponiendo sus sospechas a sus compañeros (la verdad es que hubiera sido más probable que confiaran en él con su verdadera forma, pero bueno…). En el enfrentamiento final resultante, tanto héroes como villanos se unen para destruir los robots y armas del Amo Mutante, que tras un ataque del liberado Banshee revela su verdadera apariencia: se trata de un alienígena procedente del planeta Yormot, sistema estelar de Sirio, y que pretendía conquistar la Tierra en solitario usando a los mutantes como peones. Antes de dejarse capturar, el extraterrestre prefiere suicidarse.
- Una vez finalizada la batalla, el Profesor-X decide dejar marchar a los villanos como agradecimiento por haber ayudado a destruir al Amo Mutante, aún sabiendo que volverán a hacer de las suyas en próximas ocasiones. Por último, al regresar a la Escuela Xavier, Jean Grey les sorprende habiendo preparado, por sugerencia del Profesor, trajes individualizados para cada uno de los miembros del equipo (que lucirán a partir de ahora, excepto El Ángel, la apariencia definitiva que llevarán en toda la etapa clásica de Marvel, salvo pequeñas variaciones). La Bestia despide el episodio citando la famosa frase de Stan Lee "Nuff said!" (aunque se la atribuye jocosamente a Platón). Lo cierto es que Panini podía haberla dejado sin traducir para captar mejor la referencia, la verdad.
Flojito, flojito. En realidad la premisa no estaba mal del todo: un invasor alienígena, haciéndose pasar por mutante, pretende manipularlos para que le ayuden en la conquista del planeta. Sin embargo, la ejecución es bastante pobre, con numerosos sinsentidos, situaciones absurdas, y unas páginas finales donde se entiende bien poco por pretender darle a la historia un final apresurado. Quizá si toda esta trilogía hubiera estado dibujada por Ross Andru la cosa hubiera estado mejor, pero Don Heck y Vince Colletta (no se me ocurre equipo peor) nos ilustran de forma horrorosa los últimos dos episodios. No recomendado.