He leído
Vengadores Mundiales Nº 14 - 18.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Una vez concluida la etapa de Hickman se me antojaba imprescindible acometer la única lectura de la franquicia que me quedaba, previa a las Secret Wars. Y la verdad es que me ha gustado bastante. El equipo creativo formado por Frank Barbiere y Marco Chechetto me ha parecido bastante sólido y muy acertado a la hora de representar a los diferentes personajes que han sido protagonistas durante los ocho meses que se saltó Hickman. Aunque no han sido capaces de contar absolutamente todo, dejándose en el tintero temas como la incorporación de Susan Richards a SHIELD o la evolución de los Illuminati tras la división de los Vengadores, sí que han elegido algunas historias tan importantes como interesantes, además de seguir en la línea marcada por Nick Spencer, donde aquellos personajes que no brillan demasiado en la cabecera principal tengan aquí su momento de gloria.
La saga comienza con la historia de amor entre Bala de Cañón y Pegadora, cuyos sentimientos son más fuertes que la distancia y la diferencia de culturas de dos mundos tan distintos como la Tierra y el mundo trono Shi’ar. También tendremos la ascensión de Roberto da Costa en el organigrama de IMA, en lo que podría considerarse una OPA hostil, condimentada por la presencia de superhéroes. Me gusta mucho el papel de Mancha Solar en esta historia, al igual que en la fase final de la etapa de los Vengadores. Al final sí que han sabido utilizar para algo a estos Nuevos Mutantes.
Una de las tramas principales consiste en profundizar en las razones por las que Namor cambia de opinión con respecto al Cónclave y comprobar de primera mano como vive su estancia en el grupo de sociópatas dirigido por Thanos. Creo que el señor de Atlantis ha sido uno de los personajes más interesantes en esta dicotomía entre el bien y el mal, cuyas acciones han llegado a límites de supervillano hasta que su nobleza se rebela ante tanta maldad. Nunca he estado de acuerdo con su inclusión dentro de la franquicia mutante, ni creo que sea capaz de aceptarlo jamás, pero la evolución del personaje en estos acontecimientos me parece perfecta, conectando con su esencia más pura. Al que me cuesta reconocer, estéticamente hablando, es a Thanos, que desde la miniserie de Aaron lo veo diferente. Me gusta más la versión clásica de Starlin, sin duda alguna. Aunque el príncipe submarino parece Justin Bieber o algún jovenzuelo similar. Vaya peinados se gastan ahora. Mira que Chechetto es un dibujante que no me desagrada, incluso me gusta en ciertos momentos, pero los rostros no son lo suyo.
También tenemos espacio para desarrollar un poco más la aventura y relación de Máscara Nocturna y Mancha Solar, arrojando un poco de luz sobre las escenas que protagonizan en la fase final de Hickman. Otra relación que sale reforzada es la de Hiperión y Thor, uno de los grandes aciertos en cuanto a nacimiento de amistad en el grupo se refiere. Y para terminar, destacar la historia en la que Shang Chi obtiene el poder de la multiplicación, dentro de los cánones del personaje con trasfondo zen incluido.
En definitiva, un complemento perfecto de la etapa de Hickman que a mí en líneas generales me ha gustado mucho, pero que me alegra que se acabe. Esperemos que tras la Secret Wars, la franquicia vengadora no esté tan sobreexplotada como en los últimos años.