Ian Mackellen es un gran actor, pero en su Magneto echo en falta más fortaleza física, más vigor.
La rabia es muy templada, los modales afectados, su fuerza intelectual.
No tiene presencia física.
Es un Magneto crepuscular, viejo, cansado y reflexivo. Busca imponerse a través de los jóvenes (primero Pícara, más tarde Jean) en lugar de representar un fin en sí mismo.
En Fassbender en cambio hay rabia pura, hay sentimiento sin adulterar. Cuando se enfada sus dientes rechinan y sus ojos se vuelven rendijas. Cuando usa sus poderes los acompaña de un estallido físico de fuerza. Sus músculos se tensan, su piel se eriza.
El Magneto de Ian Mackellen es como un mago; amanerado y teatral, que al invocar su poder parece realizar un truco de magia.
El Magneto de Michael Fassbender es una fuerza de la naturaleza, pasional y desatado, que al invocar su poder parece sacarlo de las entrañas.
Para mí son dos planteamientos muy diferentes, válidos a su manera, pero el de Ian, nunca ha representado lo que yo entiendo por Magneto. La amenaza es muy evocadora, pero poco visible en su exterior. Todo es más comedido, por cuestiones de edad y caracterización.
El Magneto que llevamos viendo ya 50 años, es un compendio de hombre entrado en años, experto, pero aún joven, atractivo, en torno a los cuarenta y muchos, vigoroso, fuerte, y con una complexión atlética.
Creo que lo que fue decisivo para la elección del personaje de Ian, fueron los cómics precedentes a la producción de la película; los de Alan Davis. Davis nos presenta un Magneto casi esquelético (él de cualquier forma suele dibujar a los personajes bastante esbeltos), con una presencia física menor, muy desgastado por la edad y con sus poderes en un nivel bajísimo.
Lo que digo, no es mala elección, pero me gusta la representación de un Magneto más "potente", más amo del magnetismo en su máximo apogeo.
