alguien sabe cuál era la idea original de Engleharth con Mantis y el Espadachín en esta saga? Si DeFalco se los reescribió... ¿qué quería hacer él?
La idea original era la misma que "leíste" en Celestial Quest. Por ese motivo se trajo a la Visión y Wanda tras la saga de Tales to Astonish.
2º.-
La etapa de Roy Thomas, Paul Ryan y Dave Ross: En 1981, tras más de 15 años ininterrumpidos de trabajo en la Marvel, sus abiertas discrepancias y una fuerte discusión con Jim Shooter habían llevado a Roy Thomas fuera de la compañía que había contribuido a construir y a firmar un contrato en exclusiva con DC, algo imposible de creer apenas unos años atrás.
Sin embargo, la marcha de Shooter en 1987 propició que toda una serie de autores que habían salido por las malas de Marvel tras enfrentarse con él, fuesen regresando de manera paulatina a la compañía. Y así, al igual que antes había sucedido con Byrne, Roy Thomas regresó a la Marvel para hacerse cargo también de los AWC, una curiosa coincidencia.
La diferencia entre ambos regresos fue que Thomas conocía a los Vengadores infinitamente mejor que Byrne. No en vano, ya fuera como guionista o editor, había sido el arquitecto de muchos de sus grandes mitos y muchas de sus grandes historias.
Ahora bien, al igual que en el caso de Englehart, hay que tener claro que aquí tampoco estamos hablando del mejor Roy Thomas; entre otras cosas, porque Thomas ya no tenía la misma frescura que poseía 15 años atrás y porque además no era el único que firmaba los guiones: su segunda esposa Dannette Thomas también colaboraba en los mismos, tal y como venía haciendo desde la época de Thomas en el All-Star Squadron de la DC. Y es que no hay nada como un matrimonio bien avenido.
Es opinión constante y mayoritaria que esta es una etapa llena de historias intrascendentes y carentes de interés. Y la cosa es que a mí, en el fondo, sí me parece lo suficientemente interesante; de hecho, creo que desde el momento en que Thomas le cogió el punto al tebeo, ésta es una etapa perfectamente clásica de los Vengadores, con constantes guiños de Thomas a su propio trabajo treinta años atrás, con absoluto conocimiento de la personalidad y trayectoria de los personajes que manejaba (tanto héroes como villanos), y además, de manera muy similar a lo que hacía Stern con los Vengadores, teniendo siempre presente lo que les ocurría a los personajes que manejaba en sus propias series o series limitadas.
Es decir, lo que yo creo que hay que tener en cuenta para valorar correctamente esta etapa es que los AWC de Thomas nunca fueron un tebeo destinado al lector mayoritario de la época. Este era un tebeo específicamente destinado a los lectores de los Vengadores. Y en este sentido, yo creo que los AWC sí cumplían su función.
En lo que a las historias se refiere, el aterrizaje de Thomas fue cualquier cosa menos plácido, al tener que lidiar con el lío monumental que había dejado montado Byrne, algo que me atrevería a calificar como el perfecto ejemplo de pesadilla para cualquier guionista que deba hacerse cargo de una serie.
Byrne puso los AWC del revés, pero lo peor es que también los dejó del revés con su estampida y además con pocas opciones de encontrar por dónde meterle mano al lío que en ese momento se traía entre manos con la saga de la Bruja Escarlata Oscura.
Aunque seguramente flojeó al resolver la complicada trama de Magneto y Pietro, creo que sin embargo Thomas consiguió hilar bastante fino en la trama de Inmortus a fin de encontrar una solución que permitiera a los AWC acabar con la amenaza temporal y traer de nuevo a Wanda a las filas de los Vengadores, devolviéndola al mismo tiempo la imagen perdida tras haberla situado Byrne al lado de Magneto.
Se trataba de devolver las cosas al punto de partida donde las había cogido Byrne y tratar al mismo tiempo de aprovechar las buenas ideas de Byrne para el título, que desde luego sí que las había tenido.
En este sentido, Thomas comprendía a la perfección lo que significaban Ojo de Halcón y Pájaro Burlón para los AWC y el papel que les había otorgado Stern en su creación, así que no lo dudó ni un momento a la hora de devolver al arquero de inmediato al grupo, indudablemente su personaje más querido. Igualmente, aunque el regreso de Bobbie lo plantease de manera más paulatina y en dosis más pequeñas, su presencia fue una constante en la serie, de manera que nadie pudiera olvidarse de ella hasta que llegase el momento de su incorporación definitiva.
Además, los dibujos de Ryan brillaban mucho más con el entintado de Bulanadi que con las tintas de Palmer, algo que me gustaría destacar si lo comparo con lo que al mismo tiempo se estaba viendo en la serie principal de los Vengadores, por no hablar de la diferencia de conocimientos entre Thomas y Hama a la hora de escribir un tebeo sobre los Vengadores.
En cualquier caso, solucionado en apenas tres números el zafarrancho heredado por la estampida de Byrne (con la ayuda del Spotlight en el caso de Tigra), a Thomas aún les quedaba la difícil tarea de hacer suya la serie.
Para ello se montó una saga de cuatro números en la que hacía aparecer de nuevo a dos de sus más clásicos villanos de época al frente de los Vengadores, Ultrón y el Segador. Este último, continuando la trama de Englehart, regresaba como un muerto viviente, un verdadero segador que incluso acababa con la vida de Nekra al necesitar consumir una vida diaria para poder mantener su existencia.
Igualmente, aprovechando la reorganización de los Vengadores al amparo de la ONU, dedicó todo un número para estabilizar la formación del grupo y empezar a darle forma. El #69 USA es uno de mis números favoritos de esta primera etapa, quizá porque en él se resolvía por fin el conflicto entre Ojo de Halcón y el USAgente que venía arrastrando desde la etapa de Byrne, y además no lo hacía de la manera que hubiera sido más previsible, aunque sí lo hacía de la manera más lógica. No obstante, la presencia de un "carácter" como el del USAgente había sido reconocida por Thomas como una de las grandes aportaciones de Byrne a la serie y su expulsión funcionó en realidad como una excusa para poderle incorporar más adelante como un miembro de pleno derecho del grupo y no como una imposición de nadie.
Además, con esta primera remodelación, Thomas se quitaría de en medio tanto a Pietro como a la Antorcha, reminiscencias de los errores cometidos por Byrne con su estampida. Pájaro Burlón, sin embargo, no dejaría de aparecer en la serie, aunque en este primer momento se marchase indignada tras discutir con Ojo de Halcón.
Con el pulso ya tomado a la serie, Thomas empezó de verdad a montarse sus AWC con la saga de los Señores del Pacífico, una saga que suponía el regreso del Dr. Demonicus como enemigo de los AWC.
Y al igual que en su época clásica de los Vengadores, Thomas no se cortó un pelo a la hora de reflejar que el cambio era la esencia misma del grupo: la aparente reorganización del número anterior dejaba paso de manera inmediata a una nueva formación durante esta saga, en la que también debutaría el canadiense Dave Ross como nuevo dibujante de la serie y a quien el propio Paul Ryan se había encargado de traer al título como su sustituto.
Los tres personajes que Thomas incorporaría a su formación definitiva eran viejos conocidos que ya tenían sus lazos previos con el grupo: el Rayo Viviente, la nueva Spiderwoman (hoy Aracne) y el USAgente.
El Rayo Viviente (en mi opinión, el personaje más tópico de los tres y el menos interesante) ya había aparecido enfrentándose a la Antorcha en el #63, regresando ahora como involuntario miembro de los Señores del Pacífico y bajo el control del Dr. Demonicus.
Por su parte, la trama creada por Danny Fingeroth para Julia Carpenter en los anuales de los Vengadores, Spectacular y en la propia serie del Hombre de Hierro, fue continuada aquí por Thomas cuando el expulsado USAgente era enviado por Mike Clemson y la Comisión a eliminar a Spiderwoman, algo que Walker decidiría finalmente no llevar a cabo y que le llevaría a regresar con sus ex-compañeros al entrar Julia en contacto con los Señores del Pacífico y los AWC.
Al final de la saga, serían Tigra, Pym y la Avispa quienes abandonaban definitivamente el grupo para dejar paso a las nuevas incorporaciones.
Tras un número especial con Arkón y los 4F, Thomas se embarcó en la saga de los Infames Monstruos de Hollywood. En ella Thomas se traía de vuelta a Satannish, el archidemonio que había creado en los sesenta para enfrentarse al Dr. Extraño, y en la que también manejaba al Ahorcador y al Turno de Noche, el grupo de villanos propios de California reclutado por Mortaja y que la Marvel solía utilizar en todas las series ambientadas en la Costa Oeste desde la época en que Marv Wolfman había creado a la mayoría de ellos para la serie de la Spiderwoman original que había ambientado en San Francisco. Lógicamente, la presencia de Satannish en esta historia hacía también obligada la de su mayor oponente, el Dr. Extraño.
Fue en esta saga contra Satannish en la que Burlona regresó de manera permanente a la serie. Curiosamente, su secuela sería la que le costase la vida, algo que demuestra que en los AWC sí que pasaban cosas y que todo lo que contaba Thomas al final tenía su trascendencia, aunque el desarrollo de los acontecimientos siempre tuviese lugar a largo plazo para así poder explicar mejor la evolución por la que pasaban los personajes (en este caso, la reconciliación entre Clint y Bobbie) antes de llegar a las situaciones definitivas que quería plantear, fueran cuales fueran éstas.
Finalizados los cruces con la Operación Tormenta Galáctica, Thomas decidió que ya era el momento de revelar el origen de Spiderwoman, planteando al mismo tiempo el regreso de Mike Clemson y la Comisión buscando saldar sus deudas con ella, y presentando la primera aparición del Manipulador y Telaraña Mortal (Aracne, Therak y Antro). Todo ello con Spiderman de invitado estelar para así dar un mayor empaque arácnido a una aventura que ya de por sí tenía un claro sabor arácnido.
No obstante, siguiendo su método habitual de trabajo, Thomas no ataría en esta saga todos los cabos planteados, sino que también dejaría abierta la trama para poder concluirla más tarde, en este caso en la serie limitada de la propia Spiderwoman que él mismo se encargaría de escribir.
Pero como bien sabía Thomas, Spiderwoman no era la única del grupo en tener lazos con la Comisión. El USAgente también los tenía y ello llevaría a parte de los AWC al norte del Canadá, cuando Simon y Wanda decidían seguirle para averiguar lo que estaba sucediendo y se enfrentaban allí, junto a Lobezno, al Dr. Volkh y los Bogatyri, grupo ruso que había creado Thomas para la ocasión.
De manera paralela, la aparente muerte de Stark y su sustitución por Rhodes en su propia serie, hacía aparecer allí al resto del grupo (IM #285 y 286), prueba evidente de que Thomas trabajaba teniendo en cuenta lo que sucedía en todas las series donde aparecían los personajes que manejaba, motivo por el que nunca he entendido muy bien que se le acusase de todo lo contrario.
En todo caso, la supuesta muerte de Stark le permitía a Thomas llevar a cabo de manera oficial el regreso de Pájaro Burlón al grupo.
La siguiente trilogía es mi saga favorita de Thomas al frente de los AWC. Suponía el regreso de Ultrón y presentaba a su nueva pareja robótica, Alkhema, para mí su mejor creación en esta época.
Supongo que me gusta esta historia porque en ella se mezclaban los nuevos tiempos que simbolizaba Alkhema con los más clásicos que representaban Ultrón, el dr. McLain y el adamantium, y porque además el propio Thomas se homenajeaba a sí mismo con el nuevo cambio de Ojo de Halcón a Goliath que ya se había atisbado en la Guerra Kree-Sh´iar (en otro claro autohomenaje a la clásica Guerra kree-skrull), sólo que esta vez el motivo del cambio era rescatar a Bobbie en lugar de a la Viuda, su pareja de entonces.
Los Vengadores no se encontraban en esta ocasión con una bienintencionada Jocasta poseedora de las pautas cerebrales de la Avispa, sino con la nueva Alkhema, poseedora de las pautas de Bobbie, y desde luego mucho más cabrona, letal y resabiada de lo que nunca había sido Jocasta. Además, a Alkhema no le caía bien Ultrón, como éste pudo comprobar a las primeras de cambio.
Y por cierto, el diseño de la hembra robótica por parte de Ross, impresionante; muy influenciado por las chicas robot de Hajime Sorayama que causaban furor en la época.
Para completar la reunión familiar, Pym y la Visión hacían también su aparición en la trilogía, al mismo tiempo que Rhodes y su nueva armadura empezaban también a dejarse ver como anticipo de lo que tendría lugar en apenas un par de meses. Por último, el final de esta saga enlazaba con la que de manera pararela estaba llevando a cabo Gerry Jones en la serie de Wonder Man y que acabaría con Simon fuera del grupo por primera vez desde su creación por Stern.
Pax Demonica, conclusión de los Señores del Pacífico, trajo consigo la definitiva incorporación de Máquina de Guerra a los AWC en sustitución del Rayo Viviente, así como el descubrimiento por parte del grupo de que Stark seguía vivo, lo que motivaba el inicio de las graves tensiones entre Rhodes y Stark, así como entre éste y los AWC, todo ello narrado en la serie del Hombre de Hierro y de nuevo reflejado aquí por Thomas. Un bisoño Darkhawk, al que supongo que pronto podréis seguir en las actuales series cósmicas de Marvel, también actuaba al lado de los AWC en esta historia y obtenía un status especial dentro del grupo.
Aunque aún quedaba la participación del grupo en el crossover Lazos de Sangre que conmemoraba el 30 aniversario de los Vengadores y la PX, puede decirse que el final de la andadura de Thomas y Ross tuvo lugar con la saga que suponía la secuela del enfrentamiento con Satannish y el Ahorcador y que llevaría a los AWC hasta su centenario. Fue en ese momento cuando se decidió que los AWC iban a dejar de existir para dar paso a una nueva serie, Force Works, que nacería con un nuevo equipo creativo para dar una mayor promoción al acontecimiento que significaba el fin de los Vengadores Costa Oeste como tales vengadores.
Ahora bien, hacía falta una explicación coherente para que Ojo de Halcón consintiera la disolución del grupo que Bobbie y él habían creado prácticamente de la nada. Y esa explicación se decidió llevar a cabo aprovechando la necesidad de contar un evento especial para el inminente número 100 de los AWC.
La saga trataba de la venganza de Satannish contra el grupo, formando para ello una nueva legión letal a partir de cuatro almas robadas al otro mayor archidemonio de Marvel, Mefisto, y poniéndola al servicio del Ahorcador. La nueva legión letal formada por Zyklon, Acero Frío, Cyana y Hacha Violenta (en realidad Stalin, Himmler, Lucrecia Borgia y Lizzy Borden) se llevaba a Bobbie hasta la dimensión de Satannish y obligaba a los AWC a seguirles, encontrándose allí con Mefisto, quien no estaba dispuesto a que Satannish le robase unas almas que eran suyas. El enfrentamiento entre ambos demonios acababa en tablas, pero no así para los AWC, que perdían a Bobbie al intentar regresar a casa.
Thomas, aún asumiendo que todo se acababa y con una profesionalidad digna de elogio, tuvo la dignidad y el suficiente respeto a sus lectores como para dar un tono épico y heroico a la muerte de Bobbie, además de una despedida acorde con el cariño y el carisma que el personaje había despertado a lo largo de los años entre los lectores. Así, aparte del heroismo de sacrificar su vida a cambio de salvar de la muerte a la persona amada y a sus compañeros, Thomas se preocupó de darle un emotivo diálogo que significase su despedida y dejase algo que permitiera recordarla con cariño.
Y ese respeto que Thomas sintió por mí como lector, es el que me ha llevado a votarle ahora, aún reconociendo que no estamos ante el mismo Roy Thomas de su primera época en Marvel, ni tampoco ante el maestro que hizo de Conan el Bárbaro un tebeo de masas.
En cualquier caso, esto ha sido todo por mi parte. Aún resumiéndolo, esta vez no habéis tenido un ladrillo, sino una urbanización entera.
Obviamente, no hace falta que os diga que todo es opinable y que cuanto más escribe uno, más inevitable es que exista cada vez más gente que no esté de acuerdo con todo o con parte de lo que se diga.
En todo caso, tampoco creo que volváis a ver muchos más ladrillos de este tipo por el foro. Al menos por mi parte, porque mis dedos y mi cabeza no lo resisten más.
Pasaroslo genial y no dejéis nunca de leer los Vengadores, sea quien sea el que los escriba.
