De hecho, la historia se cambió muchas veces. Se añadieron y se quitaron cosas. Por ejemplo, los atributos de Arturo no se reducían a Excalibur, llevaba también un casco con forma de cabeza de dragón, de ahí lo de Pendragón, y un escudos, también con nombre. Y Lanzarote no aparecía en los primeros mitos, por ejemplo.