Spiderman 3 nunca debió existir; si hay algo peor que una mala secuela es una tercera parte mala. Puedes hacer como si la mala secuela no existiera, quedarte sólo con la película original, pero cuando llegan a una tercera entrega se espera un final digno, un producto mejor que los anteriores. Si no se consigue, no solo te aburres en el cine, sino que además sientes que la saga está incompleta, como si faltara algo que tu esperabas con ansia. Por supuesto, sí con la tercera no llega, mucho menos llegará con la cuarta, que seguro que será un espectáculo de explosiones, sangre, sexo y chistes más que usados, todo para contentar al público norteamericano de clase media casado y con hijos (algo que está muy bien, porque pocas cosas te desconectan de la dura realidad con tanta eficacia como una película de entretenimiento norteamericana), y de paso llevarse el doble de millones que la última vez. Pero más allá de los efectos especiales, la película no tendrá nada. Y al final, la saga se volverá tan repetitiva que se olvidarán de ella hasta que álguien decida hacer Spiderman: Begins, posiblemente ambientada en Ultimate Spiderman y que, paradójicamente, recordará mucho más a aquellos cómics de Lee y Ditko (y posteriormente de Romita) que las de ahora.
Y a todo esto,¿qué quería decir? con tanta palabrería me he hecho la
un lío.