También me queda la sensación de que los argumentos son más inverosímiles. ¿Homer como crítico gastronómico? ¿Y le aceptan sólo por cantar una canción de comida? ¿Escritor de galletas de la fortuna? ¿Bufón del Sr. Burns? ¿Indigente? ¿Policía? ¿Líder de una secta? ¿Periodista que descubre conspiraciones? Parece que están forzando la máquina en vez de ponerle trabajos realistas. Incluso cuando Homer se metía en trabajos extraños (astronauta) estaba bien justificado y no se metía a astronauta porque cantaba una canción del espacio.
Por ejemplo, en un capítulo Homer es el líder de una patrulla ciudadana, pero resulta que es un engreído que se toma la ley por su mano. En el capítulo en el que Marge es policía, Homer hace todo lo posible para incumplir la ley. Y sin embargo, en el capítulo en el que es de verdad jefe de policía de Springfield, Homer es una persona íntegra y cumplidora de la ley, que incluso se sorprende que que sea el primer trabajo que hace bien. ¿Dónde está la coherencia? Homer comenzó en la serie como representante del hombre de a pie, y ahora le veo como una caricatura que hace cosas estrafalarias.
Debe ser que los guionistas intentan batir un record guinnes, o algo. Denota una falta de ideas alarmante. No obstante, el humor tipo Padre de Familia lo hacen a propósito, con salvajismo y estupidez porque sí, pues aunque las tramas no fuesen nada del otro mundo, careciesen de originalidad y frescura como en muchas series que se alargan demasiado, eso no justifica el descabalamiento de la estructura del episodio. Una pena, pero bueno, debe ser lo que se estila en nuestros tiempos, y lo mismo las nuevas generaciones lo adoran.
Muchos de los que conocemos los Simpsons de verdad nos apenamos porque no es sólo diferente, sino también peor, dejando a un lado algún espejismo.
Para mí es una serie de 10 temporadas, con las dos últimas más flojas y una edad dorada de la 3 a la 8. El resto es otra serie, en mi opinión.