X-MEN 5Capítulo 58 Magneto miró las humeantes ruinas de su ciudad.
Estaba a casi medio kilómetro de la entrada de la metrópoli, junto a los acantilados de la isla. Detrás de él se extendía el inmenso océano embravecido.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y cayó de rodillas pesadamente, como si fuera de plomo.
Fabián estaba detrás de él. Estaba muy mal herido y miraba espantado la ciudad.
MAGNETO: ¿Qué hacemos aquí, Fabián? ¿Por qué no hemos ayudado a salvar la ciudad?
FABIAN: Porque no podíamos hacer nada.
MAGNETO: ¿Por qué me has arrastrado aquí inconsciente?
FABIAN: Señor… sólo quería salvarlo.
MAGENTO: ¡Pues tenias que haberme dejado allí! ¡Yo tenía que haber muerto con esa ciudad!
Fabián calló.
MAGNETO: Era tu oportunidad. Tu oportunidad de verme morir y lavarte las manos. La ocasión de ocupar mi lugar sin levantar sospechas.
Fabián aprovechó que Magneto estaba de espaldas y sacó su pistola.
FABIAN: Para qué ser dirigente de una ciudad fantasma.
Magneto explotó en rabia. Levantó su mano hacia Fabián y lo empujó utilizando el magnetismo de su cuerpo hacia el acantilado. La pistola del Acolito cayó al suelo. Fabián se quedó levitando en el aire, aterrorizado por ver bajo él las rocas afiladas contra las que el mar rompía con un furioso rugido.
FABIAN: ¡No me sueltes, Magneto! ¡Te lo suplico! ¡Perdona mi traición! ¡Perdona mi traición! ¡No quiero morir!
Los gritos de Fabián se oyeron en toda la isla, por encima del bramido del mar y las explosiones lejanas en la ciudad.
MAGNETO: No mereces otra cosa.
FABIAN: ¡Te lo suplico! Te contaré lo que quieras. Tus hijos… tus hijos, trabajan para S.H.I.E.L.D, para Nick Furia. Son nuestros enemigos, ¡te están vendiendo! No me sueltes y te contaré todo lo que sé. Lorna, Polaris, es una espía de los X-Men, te tienen controlado desde el día que te la llevaste. Para que veas, para que veas, Lord Magnus, que sólo puedes confiar en mí.
Magneto simplemente apartó su mano y Fabián se despeñó en una trepidante caída libre de la que Magneto sólo oyó un grito de terror y un golpe final.
Se asomó al acantilado y vio el cuerpo de su consejero retorcido en ángulos imposibles en el fondo del barranco.
Magneto se quedó allí observándolo, y pese a que percibió una presencia detrás de él no se volvió.
MERCURIO: Padre, te hemos buscado por toda la ciudad.
WANDA: Te creímos muerto.
MERCURIO: Padre… ¿estas bien?
WANDA: ¿Dónde está Fabián?
Contestó como si lo que hubiera ocurrido fuera lo más normal del mundo.
MAGNETO: Muerto.
WANDA: Volvamos a la ciudad, hay muchas bajas, pero podemos reponernos.
Magneto se dio la vuelta y miró a sus hijos, con los ojos rojos y llenos de rabia.
A lo lejos, sobre la ciudad, se vieron aterrizar media docena de helicópteros, todos ellos con la cruz roja y el símbolo de la ONU.
MERCURIO: Padre…
MAGNETO: ¡Traidores!
WANDA: Papá…
MAGNETO: ¡No me toquéis, traidores!
Magneto cogió la pistola de Fabián y los apuntó.
Mercurio se puso entre Wanda y él.
MERCURIO: Wanda, no te acerques a él, ha perdido el juicio.
WANDA: Padre, entra en razón. Somos nosotros, abre los ojos.
MAGNETO: Demasiado tarde abro los ojos para darme cuenta de vuestra traición. ¿Por cuánto tiempo más me habríais estado engañando? ¿Cuál habría sido el momento de venderme a Furia? ¿Y cuál la moneda de cambio?
MERCURIO: Lo sabes.
MAGNETO: Desde hace meses. ¡Sois mis hijos! ¡Mi sangre, mutantes! ¡Habéis vendido Genosha! ¡Por vuestra culpa han muerto millones de personas! ¡Judas!
WANDA: ¡Eso no es cierto!
MAGNETO: Comprenderéis, hijos míos, que no puedo dejar impune vuestra traición.
Magneto apuntó a las rodillas de Mercurio y disparó, haciendo que el joven cayera al suelo inconsciente, desangrándose.
Wanda se arrodilló a su lado, tratando de tapar las heridas para que dejara de sangrar. Miró a su padre, preguntando porqué era tan cruel con ellos.
WANDA: Padre… castígame a mí también, te lo ruego.
MAGNETO: Oh, pero mi querida Wanda, tu castigo será mirar.
Magneto se giró y echó a andar camino a la ciudad.
Wanda se quedó con su amado hermano en brazos desesperada porque dejara de sangrar.
Bueno, como habeis visto, no he podido evitar tomar una escena de Ultimate X-Men, pero es que me parece sublime, y un momento idóneo para que Magneto vea la traición de Wanda y Pietro.