X-MEN 44ª PARTE En ese instante el resto de los X-Men llegan al lugar, sorprendidos por el rascacielos que empieza a desmoronarse.
La gente abajo en la calle huye despavorida, en las noticias se vuelve a hablar de un atentado terrorista en el corazón de Nueva York.
El presidente de los Estados Unidos manda allí todos los militares disponibles, instaurándose así en la ciudad el estado de emergencia, la zona se acordona, taques y militares entrando por Wall Street, los cazas, helicópteros y así toda la caballería aérea desplegada en el cielo de Manhattan.
Pero no sólo eso, sino que cree que es Magneto el que se encuentra tras el incidente, y llama a los artos cargos de defensa para que pongan en práctica un nuevo proyecto, adelantándose así a su fecha de inauguración: los Centinelas.
Cientos de ellos vuelan hacia nueva York, dispuestos a acabar con el primer mutante que encuentren.
Dentro del edificio para sorpresa de todos Emma Frost le da la espalda a los X-Men y se une a Siniestro.
- Tormenta: “Ya te decía yo que no me olía bien”.
- Logan: “Tendré que empezar a hacerte caso”.
- Tormenta: “Claro, las feromonas te nublaban el olfato”.
Así Siniestro explica como una organización privada y selectiva de mutantes llamada El Club Fuego Infernal estaba financiando las investigaciones del científico y Frost era su mutante infiltrada, la que debía informar sobre todos los por menores.
- Emma: “Sólo el fuerte sobrevive, el débil está condenado a ser víctima de la guerra”
- Gambito: “No eres tú la primera que dice eso”.
El combate llega a su punto álgido cuando aparecen los Centinelas. Siniestro por su parte intenta convencer a Lobezno de que se una a él.
- Siniestro: “Que triste es luchar eternamente. Únete a mi, únete a mi causa, con tu potencial podrías ser uno de los pocos elegidos”
- Logan: “Me extraña que seas tú, tío raro, el que ha organizado todo esto, dime, quien es el cerebro que te guía”
- Siniestro: “Aquel cuyo nombre ya se escribió hace miles de años”.
- Lobezno: “Lo siento tío, pero si me hablas en clave no te entiendo”.
Lobezno lucha contra Siniestro mientras que los demás se ocupan de los Centinelas, tal vez demasiados para ellos.
En un momento Pícara y Gambito luchan casi juntos, un Centinela se encara con el cajún-
- Pícara: “¡Remy, cuidado!”
- Gambito: “Tranquila mon chére, Gambito siempre tiene un naipe bajo la manga”
Y lanza una carta endiablada contra el robot, volándole la cabeza.
La Hermandad se presencia en el lugar. Pero Mageto no inteviene, quiere ser un mero espectador y planear su estrategia antes de anticiparse, como buen ajedrecista que es.
- Siniestro (que se ve acorralado por Lobezno): “Magneto, tú y yo creemos en la misma causa, en la superioridad de los hijos del átomo, del siguiente paso en la evolución, únete a mi”
- Magneto: “No es que no me atraiga la idea, Essex, es que no podría soportar que me dieran órdenes”
Y de decide unirse a la lucha lucha tanto contra él como contra Frost, que al convertirse en diamante parece invulnerable a las garras de adamantium de Lobezno.
Mientras que la Hermandad centra su atención en los centinelas.
- Hombre de Hielo (a Pyros): “Luchando juntos de nuevo, viejo camarada”.
- Pyros: “Por poco tiempo, cubito de hielo, cuando acabe con este montón de chatarra te voy a derretir”
Polaris demostrando sus poderes magnéticos contra los Centinelas. Choca dos entre sí y los lanza a un lado como si no fueran más qu mero papel.
Siniestro, Emma, Lobezno, Cíclope, Tormenta, Magneto y Jean luchando entre ellos, una guerra de titanes incomparable a la que los jóvenes fuera llevan a cabo con los Centinelas. En esta lucha hay mucho más de emotivo, de ira, rabia, dolor.
- Tormenta: “Para qué quieres a Jean, Siniestro, qué se esconde en ella”.
- Logan: “Estás un poco pasado de moda si lo que quieres es el Fénix Oscuro. Ese está extinguido, amigo”.
- Siniestro: “¿El Fénix?, creo que no lo captáis X-Men. El Fénix es primitivo comparado con lo que esconde esa mujer… en su vientre”.
- Cíclope: “¿De qué estas hablando?”.
- Jean: “Scott… (se hace el silencio...) ...estoy embarazada. (Todos se quedan como en estado de shock) Por eso te llamé al lago, no era yo la que estaba viva, sino el niño, te llamé para que lo salvaras; cuando estaba allí abajo, con toda esa masa de agua viniéndoseme encima, lo único que pedí con todas mis fuerzas es que al menos el niño se pudiera salvar. Era algo ilógico, porque si yo moría… pero fue mi corazón y no mi lógica la que lo salvó; el Fénix, todo mi poder se centró en crear un escudo telequinético alrededor de él, así cuando yo quedé desprotegida de la fuerza que evitaba que el Fénix Oscuro saliera, éste se apoderó de mi. (Aparta un poco la capa escarlata que la envuelve par mostrar su vientre, lígeramente abultado por un embarazo de unos tres meses) Lo siento tanto Scott… debí decírtelo antes de que me marchara a Boston con Tormenta. Pero como iba a imaginar yo que acabaría así…” (dice llorando).
- Siniestro: “Y tú Logan estuviste apunto de matarlo al jugar con tus cuchillos, menos mal que el Fénix lo protegía, incluso de su propia madre. Pero, bah… ya me he cansado de hablar, quiero ese niño, está predestinado por su gran potencial a destruir este mundo, y junto a mi amo podrían gobernar este universo, será tan oscuro…”.
Y ataca con todas sus fuerzas a los X-Men, que se defienden como pueden.
Pero esta vez cuentan con Fenix y Cíclope, que parecen haber aumentado sus fuerzas y sobre todo sus ganas tras conocer la existencia del crío.
Fénix, envuelta en un alo de fuego, como un pájaro mítico, recorre el exterior del edificio semidestruido y arranca con su telequinesis el techo de la construcción, dejando al descubierto el piso en el que se encuentran todos, y así bajo la oscuridad de la noche, sólo alumbrados por los centinelas que sobrevuelan la ciudad y por los recodos del incendio, luchan con la inmensa panorámica de Manhattan.