Yo hace mucho que no planifico.
Lo fío todo a mí mala memoria.
Si me interesa muuuuucho, lo cual ocurre pocas veces (la última vez la semana pasada con la revista de autores de Javier Rodríguez) lo encargo en cuanto veo el anuncio, que a veces es antes de que la librería lo pueda pedir. Que se acuerden ellos.
Y si no, memoria selectiva. Si me olvido que existe, no me interesaría tanto. Y si me acuerdo, pues a la bolsa.
Y como suelo ir a las librerías que frecuento en modo Fernando Alonso cambiando ruedas, poca cosa me llevo que no haya encargado, básicamente porque no lo veo.
Y así gasto mucho menos que planificando.
Luego a cambio vienen las comprar compulsivas de Amazon y demas librerías online de americano. Pero eso es otro melón.