Salvando las distancias, el mercado de los cómics ha seguido una evolución algo parecida al del automóvil: hemos pasado en unos años de un mercado donde la mayor parte de la oferta eran coches "baratos" (asequibles para las clases populares), aunque tuvieran también su hueco las marcas premium, a un mercado actual donde los costes se han disparado tanto que hasta un mísero Dacia te puede costar casi 30.000€ (esto sería el equivalente a la subida de precios de las grapas).
Es más, como los fabricantes han visto que buena parte de la población ya no puede pagar ni siquiera los coches de menor precio, se han lanzado todos a producir coches "premium" (que ya conforman la mayor parte de la gama de muchas marcas). Es decir, han hecho la cuenta de: "como ya es imposible vender 5.000 coches sacando un margen de 6.000€ de cada uno, prefiero vender 2.000 coches sacando un margen de 15.000€ de cada uno" (que sería el equivalente a inundar el mercado de tochales lujosos de tapa dura).
Mi impresión es que en el futuro vamos a ir, poco a poco, a un mercado de tiradas pequeñísimas y casi casi por encargo. Es decir, que el fabricante construirá (editará) prácticamente a pedido conociendo de antemano quiénes están interesados en ese artículo, que obviamente continuará siendo carísimo. En el caso de los coches, está claro que tendrás que ir al concesionario y (salvo unos pocos afortunados) ponerte en lista de espera a que te construyan el coche; en el caso de las editoriales de cómics, cada vez recurrirán más a ediciones limitadas, crowdfundings o incluso reservas por internet.