Las redes sirven para ver los errores deprisa, ya que -como dices- suelen magnificarse.
El correo (siguen llegando decenas de mensajes cada día) sirve para lo mismo, pero con más argumentos. También para ver qué interesa a los realmente interesados en tener algún material concreto.
Los libreros también cumplen su función, y no sólo con sus pedidos. De hecho, son quienes mejor pueden trasladar todas esas circunstancias que comentas, porque son quienes las escuchan de los clientes.
Hay algo de intuición y mucho de conocimiento de las dinámicas previas a la hora de elegir cómo editar un tebeo. También hay contratos que obligan a publicar de determinada manera, lo cual deja poco margen de maniobra (ejem Miracleman ejem).
Pero al final son los números los que mandan.