Yo creo que es complicado que no guste Starman. Nos habla de personas, de coleccionistas como nosotros, de relaciones paterno filiales, de charlas fraternales, de amor, de odio y de Shade, el personajazo que moldeó Robinson y lo convirtió en alguien inolvidable.
Jamás Robinson estuvo a este nivel, La Edad de Oro está muy cerca, ni Harris o Snejberg dibujaron mejor.
Comparado con el otro deseado que sale este año, ROM, no hay color. Starman juega en la liga de obras maestras.