Bueno, pues yo también tengo que hacer una valoración positiva de estos
AV # 343 y 344 con los que de manera más o menos oficial se considera que empieza la etapa de Bob Harras en la serie, aunque como hemos visto comenzase a escribirla en el
AV # 334. La razón de esta discrepancia (que a mí no me parece especialmente importante) radica en que estos dos números, los
AV # 343 y 344, vemos que están claramente concebidos por Harras como una historia de presentación, algo que desde luego no ocurre en
La Obsesión por Coleccionar, cuyo planteamiento era el de hacer una historia autoconclusiva, no el de dar comienzo a ninguna nueva etapa de los Vengadores. En cualquier caso, a pesar de ser una historia introductoria, desde mi punto de vista creo que son dos números que están realmente bien.
Lo primero que creo que hay que señalar es que Harras nos presenta en ellos a la base de lo que van a ser sus Vengadores, aprovechando para ello a los dos nuevos miembros que acaba de introducir en el grupo, por un lado el nuevo Thor (Eric Masterson), un dios del trueno inexperto y muy superado por todo lo que le está ocurriendo que aparece aquí desde las páginas de
The Mighty Thor # 444, y por otro lado la inhumana Crystal, a la que Harras incorpora al grupo tras su aparición en
La Obsesión por Coleccionar. Por otra parte, además de presentarnos a sus Vengadores, Harras utiliza también estos dos números para dar las primeras pinceladas de la que va a ser su gran saga dentro de la serie:
la Saga de los Recolectores, como me imagino que a estas alturas ya sabéis, una historia de largo recorrido que Harras va a extender a lo largo de los siguientes dos años y medio de la serie.
En el apartado artístico creo que hay que destacar también dos cosas que me parecen importantes: a partir de ahora, va a ser el propio Tom Palmer quien además del trabajo a tinta se encargue también de llevar a cabo todo el trabajo a color, circunstancia que va a incidir notablemente en el aspecto visual del tebeo, como creo que vais a comprobar si es que no lo habéis hecho ya con estos dos números. Y la otra cosa que me parece oportuno destacar es lo bien que se complementan Steve Epting y Tom Palmer en estos dos números, que me parece además que están a muy buen nivel.
Más cosas. A la hora de comentar el contenido de estos dos episodios, además de esta
Primera Noche de Crystal y Eric Masterson como miembros del grupo, lo primero que se observa es que Harras se ha acabado quedando con una buena parte de los personajes que había heredado de Hama, algo que encuentra su explicación en el hecho de que, como editor, Harras no era nada partidario de hacer cambios drásticos en los elencos de personajes, algo que también trasladaba ahora a su faceta de guionista. Ahora bien, el que no fuera partidario de cambios drásticos, no quiere decir que no tuviese claro lo que quería hacer con sus vengadores. Así, ya desde un primer momento, una de las cosas que dejaba bastante claras era su intención de que el grupo tuviese una mayor estabilidad que la que había estado teniendo en los últimos años, poniendo esta idea en boca del Capitán América durante la conversación que éste mantenía con la Viuda con el fin de trasladarla a los lectores, idea en la que por cierto también se volvía a incidir dentro de la propia página de correo del
AV # 343 al responder a un lector que se interesaba por el tema.
Este planteamiento de Harras de algún modo suponía volver al esquema clásico que habían utilizado gente como Thomas, Englehart o Stern durante sus respectivas etapas al frente de la serie, presentando una alineación más estable y alejada del concepto de asamblea superheroica que había instaurado Byrne al hacerse cargo de los Vengadores y del rollo de titulares y reservas que se había montado Hama. Así, tal y como nos ha reseñado Sergio X, los
AV # 343 y 344 nos muestran unos Vengadores que en este momento cuentan con el Capitán América y la Viuda Negra al mando de un equipo formado por la Visión, el Caballero Negro, Hércules, Sersi (que no aparece hasta el
AV # 344), Crystal y el nuevo Thor, una formación en la que lo primero que se observa es que seis de sus miembros carecían en ese momento de serie regular, quedando así bajo el único control de Harras.
En este contexto de personajes, el
AV # 343 reintroduce a Hércules y al Caballero Negro como vengadores en activo, dos miembros por cierto muy identificables con la época de Roger Stern. Igualmente, comenzando el trabajo de reconstrucción y caracterización que va a llevar a cabo con varios personajes durante su estancia en la serie, Harras nos presenta también en este número a una Visión de personalidad completamente robótica que sin embargo sufre ilusiones ópticas muy humanas en las que cree ver a sus desaparecidos hijos en brazos de Crystal. Y del mismo modo, aunque nunca lleguemos a saber qué es lo que ve Sersi en el espejo de la mansión, Harras nos va a mostrar en el
AV # 344 los primeros indicios del Mahd W´yry que ya ha empezado a afectar a la eterna.
De los dos nuevos miembros, el personaje que más desarrollo recibe aquí por parte de Harras es Crystal (evidentemente, el nuevo Thor ya disponía de su serie propia y quedaba en ese aspecto sujeto al control de DeFalco), cuya incorporación al grupo me pareció en su día una idea excelente de la que no se debió prescindir tan pronto. Como el propio Harras explicaba en varias entrevistas de la época, su inclusión en los Vengadores respondía a una apuesta personal que tenía sobre todo en cuenta las diferentes conexiones que la princesa inhumana mantenía con varias familias y grupos del Universo Marvel, desde los Inhumanos y los 4F a los mutantes, puesto que cómo recordaréis, Crystal no sólo era todavía la esposa de Mercurio, sino que además era la madre de la nieta de Magneto. De acuerdo con estas ideas de Harras sobre el personaje, los intentos de reconciliación de Crystal con su marido tienen también su propio espacio en esta historia de presentación, ocupándose Harras de dejarnos meridianamente claro que ni siquiera la propia Crystal era capaz de saber si estaba intentando salvar su matrimonio por amor a Pietro, o por un sentimiento de culpa derivado de lo sucedido con Norm Webster (el famoso vendedor de casas que le había colocado a Pietro una cornamenta que rivalizaba en altura con la de Timberius) en la maxiserie de la Visión y la Bruja Escarlata. Pues bien, como a estas alturas me imagino que ya sabéis, esta confusión de Crystal a la hora de interpretar sus sentimientos iba a acabar trayendo más que curvas a la serie.
Otra cosa que me parece necesario apuntar es el protagonismo que alcanza el Caballero Negro en estos dos primeros números de la etapa de Harras; de hecho, su enfrentamiento con el Espadachín recibe los honores de la portada del
AV # 344, algo que no sucedía en la serie desde principios de los ochenta, siendo necesario hacer especial hincapié en ese duelo de espadas que tiene lugar en las páginas interiores entre el Caballero Negro y el Espadachín, en el que yo destacaría lo bien dibujado y lo bien narrado que está todo ese enfrentamiento por parte de Steve Epting, de quien por cierto, en lo que pueda valer la opinión de Mark Gruenwald, éste llegó a decir que Epting era uno de los mejores coreógrafos de escenas de acción que había visto en los Vengadores, situándole a la altura de Buscema y de Byrne.
Destacar también que Dane Whitman utiliza por primera vez en esta historia su nueva espada láser, dejando de lado la Espada de Ébano que hasta ahora había acompañado siempre al personaje. Tal y como se llega a aludir en números posteriores (si no recuerdo mal, en el
Anual # 22, el del Espectro de Sangre), el principal motivo de este cambio de armas era evitar la maldición que acompañaba a la espada y de la que a duras penas había logrado escapar la última vez que había caído en ella, tal y como se había visto en la Serie Limitada del Caballero Negro (no la busquéis por ninguna parte porque está inédita en nuestro país) que Roy Thomas y Tony DeZúñiga habían llevado a cabo para sacar al personaje de la delicada situación en que lo había dejado Walt Simonson tras su espantada de la serie.
El último apartado de este inicio de la etapa de Harras en los Vengadores que me parece necesario destacar es el relativo a los villanos. En este sentido, me parece bastante evidente que las últimas páginas del
AV # 343 y la totalidad del
AV # 344 funcionan claramente como una introducción a lo que va a ser la
Saga de los Recolectores, presentándonos aquí a los tres primeros miembros del grupo en aparecer por la serie: el Espadachín, Magdalena y Proctor.
Aparte de generarnos muchas preguntas que de momento no tienen respuesta, la aparición del Espadachín nos conecta directamente con la etapa de Steve Englehart al frente de los Vengadores. Su muerte en el
Giant-Size Avengers # 2 (a la que se hacen varias referencias implícitas en el
AV # 344) había significado en su día la primera muerte de un vengador en activo, teniendo un gran impacto en todos aquellos que seguíamos los Vengadores a principios de los setenta (no es por recalcar lo obvio, pero la muerte de un personaje del elenco principal era muy poco habitual en aquel entonces), que seguramente éramos los que más apreciábamos la sorpresa que ahora suponía su reaparición.
Junto al Espadachín, el segundo miembro de los Recolectores que aparece en esta historia es su acompañante, Magdalena, un curioso personaje femenino que de alguna manera supone también una nueva mirada retrospectiva al trabajo que hizo Englehart en la serie, toda vez que Magdalena se presenta en esta historia como amante y pareja del Espadachín, es decir, exactamente el mismo papel que interpretaba Mantis en su primera aparición en la serie durante la etapa de Englehart. Ahora bien, independientemente del más que evidente parecido de Magdalena con el personaje de Big Barda y de las muchas similitudes que existen entre los poderes de ambas, esta aparición de Magdalena al lado del Espadachín actuando como su pareja y amante, no fue sin embargo el único guiño de Harras a todo lo que Steve Englehart nos había contado en su día sobre la figura de Mantis.
Departamento de Elucubraciones más o menos Ingeniosas: A diferencia de lo que suele ser habitual en los nombres de los personajes que aparecen en los tebeos de superhéroes, los nombres de Proctor y Magdalena llaman bastante la atención por cuanto resultan ser bastante inusuales dentro de los parámetros en que se mueven habitualmente los superhéroes; de hecho, uno de ellos es un nombre propio y el otro no deja de ser un apellido, no pareciendo tener más significado que ése (vamos, algo así como si se llamasen Teresa y Ramírez). Sin embargo, como es lógico tratándose de superhéroes, si analizamos los nombres de estos dos personajes, lo cierto es que sí que poseen un significado. Y además, no tan rebuscado como parece, aunque sí hay que fijarse un poco en ello.
En el caso de Magdalena, lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de un nombre de raíces hebreas que resulta muy poco común en el mundo anglosajón, ciñéndose básicamente su aparición a los textos bíblicos. En concreto, en la tradición judeocristiana, el nombre de Magdalena aparece comúnmente asociado a la mujer que aparecía en el Nuevo Testamento como una conocida discípula de Jesús de Nazaret, pero a la que como consecuencia de una mala interpretación del Evangelio de Lucas, la Iglesia Católica vino a tachar durante siglos como una antigua prostituta arrepentida.
Esta circunstancia sobre la antigua profesión que había desempeñado Magdalena y su posterior arrepentimiento no parece ser muy cierta según las actuales corrientes teológicas, pero lo cierto es que esta idea que se encontraba muy arraigada en el pensamiento cultural occidental en el momento en que apareció esta historia, debido entre otras razones a la visión que el cine de Hollywood había popularizado de Magdalena en películas como
La historia más grande jamás contada,
Jesucristo Superstar, o
La Última Tentación de Cristo. Pues bien, en lo que a nosotros nos interesa a efectos de los Vengadores, creo que a nadie se le escapa cuál era la profesión que Englehart, entre líneas, había contado que Mantis había desempeñado en los bares de Saigón antes de conocer al Espadachín y decidir cambiar de vida. O lo que es lo mismo, si el Espadachín había regresado en su día a los Vengadores con una amante que resultaba ser una antigua prostituta arrepentida (en este caso Mantis), ahora regresaba de nuevo a la serie acompañado por otra mujer cuyo nombre poseía unas connotaciones muy similares a las que en su día habían acompañado a Mantis en su primera aparición en la serie, compartiendo así más similitudes con ella, que supongo que es lo que buscaba resaltar Harras al darle este nombre a la nueva compañera del Espadachín.
Y al igual que sucede con Magdalena, el nombre de Proctor con el que Harras nos presenta al líder de los Recolectores resulta tener también unas connotaciones bastante especiales. El problema, sin embargo, es que no me parece que éste sea el momento adecuado para hablar de todas las circunstancias que rodean el nombre de Proctor, más que nada para no incurrir en spoilers sobre lo que va a ser el final de la
Saga de los Recolectores y la visión que Proctor tiene de sí mismo y de su propia historia en el
AV # 373.
No obstante, sin entrar en más detalles, lo que sí puede apuntarse es que John Proctor fue un personaje histórico real que se vio envuelto en el famoso proceso de las Brujas de Salem, muriendo en la horca acusado de brujería. Ahora bien, teniendo en cuenta este antecedente histórico como fuente original del personaje, lo cierto es que Harras no tomó el nombre de Proctor de ese personaje histórico, o al menos no lo hizo de manera directa, sino que lo que hizo fue inspirarse en el protagonista de
El Crisol, la famosa obra de teatro basada en esos mismos hechos que tuvieron lugar en Salem y que fue escrita en plena caza de brujas del Macartismo por el escritor y dramaturgo Arthur Miller, habiendo sido llevada en varias ocasiones al cine. Conocida en nuestro país con el título de
Las Brujas de Salem, el principal protagonista de
El Crisol resulta ser también John Proctor, un hombre justo que se ve arrastrado a la horca por haber sido el amante de la principal instigadora de aquella locura, la malvada Abigail Williams, relación que sin embargo nunca llegó a existir en la vida real, puesto que el verdadero John Proctor jamás se enamoró de ninguna otra mujer que no fuera su esposa y desde luego no tuvo ningún tipo de relación con Abigail Williams, que es lo que sucede en la obra de teatro y que es la que inspira realmente a Harras a la hora de concebir a su personaje. En todo caso, más adelante, cuando lleguemos al final de la Saga de los Recolectores, habrá momentos más adecuados para volver a retomar otra vez este tema de los paralelismos y proximidades entre el personaje teatral de John Proctor y el villano creado por Harras, pero por ahora, mejor dejarlo aquí.
Por otra parte, para alguien que no sigue Thor, ver al segundón sustituto, del que ni siquiera se llega a decir el nombre, tan de sopetón, desconcierta muchísimo.
En esta época todas las series de los Vengadores estaban bastante relacionadas entre sí. En el caso de Eric Masterson, toda la trama relativa a su relación con los Vengadores se había estado desarrollando dentro de la serie de Thor, siendo en este
AV # 343 la primera oportunidad que tuvo Bob Harras de referirse a ella dentro de la serie de los Vengadores.
A efectos de continuidad, para los que estén interesados en saber cómo ha aparecido el nuevo Thor en la mansión de los Vengadores, puede ser interesante la lectura de
The Mighty Thor # 444, en el que tras la destrucción del piso en el que vive, Eric Masterson es invitado por el Capitán América a residir en la mansión de los Vengadores, apareciendo ya a continuación en este
AV # 343 como vengador oficial.
