A lo que me refería, Darth, es a que por supuesto que existe la objetividad en el arte.
Se analizan aspectos técnicos, cuantificables, acotados y designados, como en cualquier análisis.
¿Es este un buen coche, tiene un buen motor? "Bueno, eso es subjetivo". No hombre, qué subjetivo ni niño muerto.
Un coche es una máquina donde puedes detallar con datos todo lo que hace. Velocidad máxima, aceleración, frenada, etc. Pero en el arte hay aspectos que no se pueden cuantificar. No se pueden dar cifras.
Por ejemplo, la Saga de Fénix Oscura es para la gran mayoria la obra cumbre de la Patrulla-X, (esta bien, ahora puede aparecer alguno que diga que es un truño. Como pasa en todo), pero si la analizamos técnicamente, el final es un desastre. Las últimas páginas estan llenas de enormes bocadillos con mucho texto.
Y eso es asi porque sabemos que Shooter ordenó cambiar el final y Byrne lo dibujó a toda prisa en un hotel y Claremont tuvo que hacer juegos malabares porque encima le habian cambiado lo que se habia cambiado. Por eso esas páginas finales chirrian mucho.
Pero la historia, lo que transmite, como se llega ahí...es lo que le convierte en un referente. En una lectura obligada.
Hay estudiosos que detestan a Wagner. Otros lo adoran.
Centauros del Desierto es una de las grandes obras maestras de John Ford, pero otros opinan que tiene muchos fallos.