Se me olvidó comentar el final, a falta de los últimos números. No me ha gustado. Me queda la sensación, como con tantas series de Aaron, que desmerece lo que tiene entre manos. Que echa a perder buenas ideas que no remata y que enfanga. Que si fuera mi obra, la haría mucho mejor. Y es que a veces me da la sensación de que se pierde sin necesidas en tonterías donde sobra casi todo. Un pirado que lleva ya casi 40 números siendo un pirado y al que nadie mata. Un Oso Pobre que me sobre totalmente en su papel. Una trama que se alarga innecesariamente con elipsis que dan vueltas una y otra vez a lo mismo. Un Nitz que solo mea tumbas, y chilla, y se enfada. Muertes que explicadas no tienen gracia y que nunca tuvieron duda alguna sobre su autor. En definitiva, momentos que no interesan, que resultan predecibles y poco acertados. Una trama estirada como el chicle en la que los 4 personajes tienen 1 pulsión tras la que van una y otra vez. Con todo, no es un mal tebeo y tiene números maravillosos. Y en cuanto a evoluciones, me quedo sin duda con Shunka y Cuervo Rojo. Porque Dash es un coñazo que tarda décadas en moverse, sea para vengar o para entregar, y Catcher, un pirado idiota sin sentido ni carisma. Bueno, el viaje ha estado bien, pese a las paradas para mear y que se haya gripado el coche. Siempre me quedará Paletos, que siendo más corta, es infinitamente más coherente y mejor estructurada que Scalped.