Pero es que precisamente de eso he hablado: A-FORCE no es una serie que aísle a los hombres. Si no nos extrañamos de que haya un territorio de Battleworld gobernado por zombies, no deberíamos extrañarnos porque haya uno gobernado por mujeres. Además, el caso de A-Force viene también de varios negocios editoriales de Marvel con, por ejemplo, la revista Vogue, que pasará a publicar en su versión adolescente estos cómics.
Por supuesto que hay una intención desde la editorial de crear una serie "por y para mujeres". Después está en mano de sus autores el convertirlo en una serie aislacionista, como se ha criticado (injustamente, creo yo) a la Capitana Marvel de DeConnick, que si acaso se perdió demasiado en tratar de convertirla en icono, sobre todo en su primer volumen. Y es a lo que voy. Gillen no es (que yo sepa) gay, y aunque había personajes gays/les/trans en sus Jóvenes Vengadores, la serie iba de otra cosa y no había más relaciones amorosas que en cualquier otra serie grupal. De hecho, la pobre Kate acababa reflexionando en la recta final sobre estas críticas, preguntándose si era la única completamente hetero (dada la ambigüedad de Loki), a lo que era respondida con una insinuación de América Chavez.
El problema está en que en lo poco que he visto de los comentarios de este hilo, la gente se queda señalando al dedo en lugar de al objeto señalado, y algunos proclamando incluso que no tienen intención de mirar ese objeto, porque se sienten incomodados o simplemente rechazan el dedo. Pues bien por ellos, pero su opinión para mí vale ná y menos. Hay que aprender a valorar los cómics como objetos culturales, retratos de una época y que hay que saber apreciar más allá de quién es su autor. Yendo al extremo (habría que dedicarle un epígrafe en la Ley de Godwin), cuando la gente se acercó a Holy Terror, el 90% de las críticas que leí eran por la decadencia del dibujo de Miller y por lo involuntariamente cómico de sus estrafalarios diálogos. ¿Por qué? Porque érase una vez que no conocíamos la ideología de Miller y escribió y dibujó grandes obras. Leídas ahora bajo el nuevo prisma, ya podemos ver la rama ideológica de Holy Terror tanto en 300 (menos mal que estaban los griegos, o estaríamos todos rezando cara a la Meca e inmolándonos en templos budistas) o en ambos relatos crepusculares del Caballero Oscuro.
¿Qué pasa? Que hoy estamos informados de absolutamente todo, las webs de rumores dan bombo y platillo a cualquier chorrinoticia y las ideas preconcebidas campan a sus anchas antes siquiera de leer los cómics, e incluso, como decía, provocando que no se quieran leer "porque ya tal". Pues muy bien, perfecto, ya hemos crucificado a G. Willow Wilson (¡por islamista!, que diría el amigo Miller) o a DeConnick (¡seguro que ha capado a Fraction!), y hay una gran mayoría incapaz de leer absolutamente nada de ellas sin tener delante el cartel de "Ésta es la de aquello de...". Mientras tanto, ahí está la divertidísima y fresca MS. MARVEL (¡oh, dios, musulmana, morenita y adolescente! ¡menos mal que es hetero!) y la, para mí, obramaéstrica PRETTY DEADLY.
Si hay quien todavía prefiere alejarse de obras basándose en prejuicios y "yopiensodeques", permitidme que haga lo mismo respecto de sus comentarios y opiniones.