Marvel va dando bandazos. Ve que le van bien los personajes étcinos pues todos étnicos
Esto no es del todo cierto, de hecho, pocas series que puedan ser calificadas así venden bien o se cuelan en el Top con regularidad.
No digo ya que vendan bien, pero si la fama y popularidad que tienen. Si Kamala y Miles se la hubieran pegado dudo mucho que tuvieramos tanto jovenzuelo como tenemos ahora.
Ah, pero eso es distinto.
Sí es cierto que los cómics suelen tener adolescentes (aunque hay muchas excepciones de larga duración, como Batman o Lobezno), pero eso es por un motivo de identificación: si la mayoría de lectores son adolescentes (que estaría por ver), es lógico que muchos de sus héroes tengan su misma edad. El efecto Spider-Man para otra generación, o de la literatura infantil de ficción (Harry Potter, El corredor del laberinto, Divergente, Los juegos del hambre, Cazadores de Sombras...). Este tipo de ficción siempre rebosa de chicos y chica jóvenes, con los que el lector se identifica.
El caso de la etnia o la procedencia es similar; si hay muchos lectores mexicanos, españoles, afganos, pues se identifican con personajes de los que puedan tener cierta representación (yo personalmente es algo que no he sentido en mi vida; me da igual de donde sean los personajes). Pero no venden más por eso.
Por ejemplo, Lobezno pudo ser un impulso en ventas en Canadá, pero Patrulla-X o Lobezno no vendieron más o menos porque el héroe fuera o no canadiense, ya que para empezar, un % enorme de su masa lectora no era canadiense. Si el personaje vendió o gustó, es porque estaba bien construido y su serie tenía calidad como para generar esas expectativas y ventas. Como, por ejemplo, puede ser el caso de Miles, o de Kamala. Pero nunca porque "sean personajes étnicos", que es como pensar, que la mayoría de lectores de Miles son afroamericanos, o los de Kamala, de Oriente Medio.
El tema de "últimamente funcionan mejor personajes de 15-20 años, de alguna etnia minoritaria, homosexuales y antisistema" (por un poner) suele tener más que ver con cuestiones de marketing, visibilidad o publicidad blanca para las empresas, que con ventas, y nada que ver en absoluto ya, con la calidad de las propias historias.
Por formación, siempre he mantenido una postura férrea, primero con los textos religiosos y los exemplum, luego con la propaganda, después con los textos moralizantes, que si una historia de ficción tiene buenos valores o cree enseñar algo o visibilizar algo, genial, pero que es una cuestión completamente ajena a la creación, y que jamás debe comprometerla.
Y que por supuesto, no es mejor... una historia de una chica afroamericana lesbiana discapacitada escrita por alguien que apenas sabe unir dos letras, que la historia de un tejano blanco de cincuenta años racista y homófobo escrita por un gran escritor o escritora. Todo dependerá de la calidad de la historia y su intención (una puede ser muy condescendiente, y la otra muy crítica de forma objetiva).
La corrección política de la media de hoy día, con redes sociales y demás, es el Comics Code Authority de nuestro día, que te dice qué escribir y qué no, y cómo debes hacerlo.