Está muy bien explicado lo del sistema de distribución de Diamond a librerías especializadas, pero hay algunos matices que quiero aclarar (no mucho, no tengo tanto tiempo, sorry).
Se confunde mucho -las webs, los blogs, los tuiteros, los aficionados...- la parte editorial de Marvel con la parte promocional, involuntaria o tendenciosamente. Las renumeraciones son decisiones que toma la dirección de la empresa, y tienen únicamente una intención promocional; ahí no entran los editores ni los creadores de los tebeos, pero efectivamente su trabajo se ve condicionado por tales circunstancias. El encadenamiento de esas renumeraciones (que no se confunda nadie, no es un reinicio, lo que ha hecho DC con New 52 sí) acaba por cansar a los compradores más conservadores, cierto, pero atrae a nuevos lectores, lo cual también es cierto.
¿Compensa? Pues a la editorial le ha compensado durante años, a muchos libreros le ha compensado durante años, a otros no. Ni es siempre, ni es a todos.
Con las portadas alternativas sucede exactamente lo mismo; detrás de la tapa el tebeo es el mismo, pero la tapa diferente le da un valor de objeto de colección, raro y distinto al producto; sólo puede serlo si efectivamente hay menos ejemplares, y por lo tanto más apreciado, y por lo tanto ha de costar más dinero de producir (no vamos a hablar aquí de costes marginales). Se puede poner más caro (una grapa con portada lenticular ha de ser necesariamente más cara que una normal, pero una con un dibujo distinto, no), y casi siempre la diferencia de precio la asume el librero con las condiciones que se han expuesto: has de comprar un 125% de lo que compraste del número de la serie del mes pasado si quieres esa portada, o tendrás un ejemplar con portada alternativa por cada 25/50/100 ejemplares que compres. SI tu negocio es ese, el mercado secundario (no la venta de novedades, sino la venta de productos "raros"), has de comprar muchos ejemplares de (p.e.) la edición normal de Marvel Legacy si quieres la edición con el dibujo en blanco y negro. A la mayoría de los compradores, las portadas alternativas les son indistintas, porque les interesa el interior del tebeo; pero hay una minoría a la que satisfacer y ahí, claro, es donde se han de hinchar los pedidos en cantidades imposibles de vender para una tienda pequeña (que es el modelo que comentaba el tuitero cuyo relato da inicio al tema); las grandes compran más de 1.000 ejemplares de cada tebeo, o encargan portadas exclusivas, así que para ellas esas limitaciones no son un problema.
Eso no lo hace únicamente Marvel. Lo hacen todas las editoriales. Por lo que sí, puede que Marvel lo haga mal, pero el problema no lo crea Marvel, no lo promociona Marvel ni es la única culpable de que a un librero no le llegue para todas las portadas alternativas que le piden.
Que el problema del sistema yanqui -y cada vez más el español, aunque quiero enfatizar que no es igual- es la distribución exclusivista está claro desde hace 30 años. Los libreros sólo le pueden comprar a Diamond, las editoriales sólo le pueden vender a Diamond; el almacén lo tiene Diamond (esto es MUY importante), y de ahí que el término "retornabilidad" haya cambiado radicalmente desde los años 70. Si el sistema entonces fracasó y algunas editoriales estuvieron a punto de desaparecer (otras cerraron) no es porque se vendieran menos tebeos (se vendían menos tebeos, es cierto, pero no era ese el problema), sino porque para vender 200.000 ejemplares de un tebeo de Los Vengadores (p.e.), había que imprimir más de 700.000, ya que había que llegar a todos los puntos de venta y, por contrato con la distribuidora, la devolución era obligatoria. Hoy en día, esta retornabilidad de un producto es otra medida promocional que tiene la editorial para incentivar la compra de un tebeo concreto: pide los ejemplares que quieras de XXX que podrás devolverlos sin miedo, y claro, se piden a sacos. A los trucos como los que se han comentado se le suma otro llamativo; costaba tanto dinero devolver, almacenar y destruir los tebeos que no se vendían en las tiendas que las editoriales pedían sólo la portada (Diamond lo sigue haciendo hoy en día, ojo), pensando que el producto no tendría valor sin la misma; los tenderos separaban la tapa, la enviaban y les devolvían el coste del tebeo entero, vendiéndolo después sin tapa y ganando más que si lo vendían nuevo y con tapa (he leído a muchos yanquis relatar esta circunstancia y he visto ejemplares así, no es un mito). Eso era un fraude que hacía perder mucho, mucho, mucho dinero a las editoriales, y que con el sistema de venta a través de distribuidora se elimina.
Además de todo, la dirección editorial de Marvel ha mandado mensajes muy poco pensados en los últimos meses, y ha provocado desastres de comunicación que han repercutido en la mala imagen de la compañía y en la maximización de cualquiera de sus circunstancias. El tema de las minorías ha sido escandaloso, y lo han gestionado muy mal. Y este caso sólo ha sido el último que ha contribuido a un cambio en los mandamases (no, Cebulski no es el único culo nuevo que hay en la cúpula de Marvel) y a la puesta en marcha de Marvel Legacy, que no es un reinicio ni una renumeración, sino una estrategia comercial -de nuevo- para convencer a los lectores de que ahora sí que sí.