Coincido con muchos de vosotros en que la mejor forma de protestar es no comprándolo. Aquí en Córdoba os aseguro que no se gasta nadie sesenta euros en un tomo de material clásico, y además dudo mucho que los libreros que conozco pidan muchos ejemplares. Bueno si los piden van a terminar devolviéndolos todos cuando corresponda hacerlo, que creo que ahora es a los tres meses.