Me parece un tema complicadísimo dilucidar, más en esa época, qué peso específico tenía un editor, no ya en la producción de cómics Marvel, sino en su creatividad.
Hoy día la figura del editor sigue siendo importantísima (Jemas&Quesada dixit), pero quizás, no tenga el afán "intervencionista" que el cargo ostentaba en la época dorada del cómic Marvel, aka, los años setenta. Para mí, y lo he dicho muchas veces, la época que me parece aúna más obras maestra y una dignificación del medio y del género (de ambos) más clara y decisiva hasta suponer un punto de inflexión, es la década de los 80, si bien creo que los 70 fueron un big-bang creativo en el que se trabajó por primera vez a un nivel de producción aún artesanal completamente estratosférico. Creo que es la época que mejor define lo que es Marvel, aunque no piense que es la mejor en términos de calidad, se entiende.
En fin, que en plenos 70, habiendo pasado ya a mejor vida empresarial el jefazo Stan, cuando aquello no era un puesto democrático, sino un cargo vitalicio que ostentaba el poder de un dios en vida y que a nadie se le podía pasar por la cabeza que pasara a otras manos (curiosamente, es posible que Stan Lee sera "el menos editor de todos los editores" o el que lo tuvo más fácil o menos se implicó), el puesto se convirtió en algo mucho más complejo de lo que imagino nunca nadie pensó.
Y es que es relativamente sencillo editarte a ti mismo o decirles a otros con la autoridad moral que se te supone "ten cuidado con mis juguetes" cuando eres Stan Lee, pero en los tiempos convulsos de las drogas psicodélicas, el puñado de freaks salvajes que poblaban el bullpen Marvel y la figura del editor convertida en sargento primero (y los que no tomaron así el cargo las acabaron pasando putas, como creativos excepcionales que querían imaginar, no dirigir, y que no sabían cómo habían acabado allí), entiendo que aún hoy, con los ojos del tiempo, resulta muy complicado separar a la figura del editor de la de los autores.
Lo que sí tengo meridianamente claro es que el autor va antes. Siempre. Que no se lo debería capar, ni amenazar, ni censurar. Solo sugerir, aconsejar, encauzar. Lo otro es terrorismo.
Precisamente este jueves hablaba con Rafael Marín sobre el tema (ya le he perdonado sus artículos contra Ostrander), y me contaba hasta qué punto lo caparon en su temporada en 4F, y cuantas páginas se alteraron con bromas idiotas, porque no le dejaban siquiera hacer chistes lights o alusiones ligeramente sexuales.
En fin, que entiendo que Shooter se la dé de haber mejorado el tema de Jean, por ejemplo, entre otros muchos, y que ciertamente tenga su pequeña porción de mérito que cuesta mucho separar del gran mérito de los autores por parir la historia. En todo caso siempre tendremos que admitir que es un trabajo conjunto, para bueno y para malo.
Creo que en aquellos años, cuando el equipo era joven y las ilusiones estaban nuevas, se hizo lo mejor que se pudo, aunque quizás no siempre se tomaron las decisiones correctas, y aquello se tiranizó dando demasiado poder a una sola figura suprema.
Pero, como suele ocurrir con estas cosas, el tema necesita un tiempo para reposar antes de verlo con perspectiva (Por poner un ejemplo; la mejor novela sobre el 23-F tardó 25 años en aparecer, y antes, costaba encontrar informes completos o completamente objetivos sobre el tema).
Lo curioso es, que a día de hoy, más viendo nuestras intervenciones aquí, el tema sigue sin estar del todo claro en una única opinión colectiva al respecto.
Quizás no siempre seamos justos con la figura de Jim Shooter, pero siempre nos quedará el consuelo, de saber que él tampoco lo fue.
