En mi opinión el control de Shooter sí fue muy positivo para el Universo Marvel, que logró una cohesión como nunca se había visto. Además, no era en absoluto inmovilista, sino que permitía a sus guionistas que desarrollaran los personajes aunque dentro de unos límites: se vió con Magneto, con Hulka, con Tormenta, con Daredevil... Lo único que no quería (y me parece lógico) es hacer cosas demasiado polémicas, como tener un héroe manteniendo relaciones con una menor o convertir a otro en un transexual. Incluso su intromisión en "La Muerte de Jean Grey" redundó finalmente en una mejor historia, como reconocen a regañadientes el dúo Claremont/Byrne.
Estoy muy de acuerdo con todo lo que has comentado

Pero perdóname, sinceramente esta última reflexión tuya no la puedo compartir. El control de Shooter no sólo no fue positivo, sino que acabó rozando la paranoia y acabó echando de la editorial a casi todos sus mejores creadores.
Los casos de Roy Thomas con Conan, Marv Wolfman con Drácula o Doug Moench con Master of Kung-Fu, fueron sangrantes. El caso de Conan es que además no tenía excusa económica ni creativa posible, mientras que Drácula y el MoKF eran series que ya no vendían como en su mejor momento, cierto, pero seguían dando beneficios y tenían un enorme respaldo de crítica y aficionados detrás.
Desde mi punto de vista, está más que contrastado que a toda esta gente y sus series se los fue quitando Shooter de en medio por cuestiones personales y no por cuestiones o diferencias creativas: series exitosas de personajes que Shooter quería fuera de la editorial,gente de gran peso dentro de la editorial con autonomía suficiente como pasarse a Shooter, sus órdenes y sus métodos por el forro de sus pelotas, y desde luego rivales para su posición de director editorial. Shooter no tenía autoridad para echar sin más a estos tres tíos, pero sí que podía hacerles la vida imposible hasta que no les quedase más remedio que dimitir.
Shooter me parece un personaje digno de un estudio psíquico y sociológico a nivel personal y laboral. Su manera de llegar al cargo por encima de Goodwin es digna de la mejor planta trepadora, y le salvó que Goodman era demasiado buena gente como para partirle la cara.
Y lo que vino con él, no sólo fue la cara agradable de las grandes cifras de ventas. Hubo otra cara que muchos prefieren seguir mirando hacia otro lado para no tener que ver. Acabó tarifando con absolutamente todos los autores que pudieron permitirse no tener que soportarle, salvo Claremont, que era su “favorito” y que tenía su beneplácito para hacer lo que le diera la gana, más o menos igual que Milgrom.
Instauró la ley del terror, a gritos y despidiendo gente sin importarle si estaban en ese momento infartados en un hospital. No hubo absolutamente nadie que no le odiase con mayor o menor intensidad dentro de los autores y de la plantilla editorial que durante todos aquellos años trabajaron con Marvel: despidos impresentables, humillaciones públicas de gente que llevaba años dentro de Marvel, dimisiones de gente de prestigio con años dentro de la editorial, listas negras, chivatos dentro de la plantilla, subalternos directos a su servicio como el niñato de Jim Owsley que era un verdadero cabrón y que no se detuvo ante nada para ponerse a sí mismo como guionista de Amazing, con el beneplácito de su jefe, que encima no tuvo ni huevos para reconocer que era él quien iba a por DeFalco a través de su machaca y al que luego dejó tirado para congraciarse con DeFalco. El caso de Zeck, que estuvo a punto de dimitir en medio de las Secret Wars al obligarle a repetir una y otra vez páginas y páginas y más páginas porque Zeck no se ajustaba de manera absolutamente fiel y exacta a las posturas de los monigotes que Shooter le pasaba. ¿Qué por qué Milgrom se encargó de la secuela? Porque Zeck se hubiera dejado castrar antes que repetir en las Secret Wars II con él otra vez de guionista. O lo de Gene Day, trabajando de noche en las oficinas de Marvel, sin calefacción y en pleno invierno, para terminar una puta historia que no llegaba a tiempo. Aunque parece que Shooter es verdad que no sabía nada, ¿qué tipo de persona puede llegar a generar ese pánico en sus trabajadores, hasta llegar al punto de jugarse su salud por conservar un empleo? Gene Day falleció unos pocos meses después de un ataque al corazón. Shooter fue tachado de canalla por mucha gente tras la muerte de Day, y tuvo hasta que dar una rueda de prensa para justificar que él no era culpable de nada.
Yo creo que Shooter directamente no estaba bien de la cabeza. Como poco, era ciclotímico. La inmensa mayoría de autores de éxito que llegaron durante su mandato se acabaron marchando y mandándole a un lugar lejano a que le ensancharan el recto. Y el día en que por fin le echaron, absolutamente nadie se puso a su lado, ni siquiera Claremont. Es más, cuando le echaron, se montó una fiesta en la redacción por todo lo alto mientras él todavía se hallaba en su despacho recogiendo sus cosas, siendo conocida la anécdota del famoso mensaje que ese día les llegó a Claremont y a Simonson desde las oficinas de Marvel, presumiblemente de Gruenwald o Macchio: “Ding, Dong: la bruja ha muerto”.
Shooter fue, como poco, un impresentable. Y quitarles méritos a los Miller, Claremont, Simonson, Byrne, Stern, etc, para dárselos a Shooter, me parece hacer muy poca justicia a lo que realmente pasó.
