He leído
La Cosa del Pantano Nº 9.
Retomo la lectura de esta colección tras mi
anterior comentario.
Bueno, llegamos al final de la etapa de Soule, que está acompañado por dibujantes como Jesús Saiz y Javi Pina, ambos de procedencia española, que remata su trabajo de una forma extraña, dejándome un sabor agridulce. En líneas generales no está nada mal. Es decir, ha continuado muy bien la senda marcada por Snyder, ha seguido trabajando en los avatares y sus diferentes reinos, ofreciendo ideas interesantes y bien desarrolladas, per a medida que ha ido avanzando la colección, creo que su etapa ha perdido cierto fuelle. El principal problema es que por muy buenas ideas que tengas, si no sabes concluirlas, el resultado final se resiente. Y eso es lo que pasa precisamente aquí. Ya en el anterior tomo había algunas cuestiones que no terminaban de encajar, una sensación que se acrecienta en esta última entrega, que parece que quiera copiar al Morrison de Animal Man y eso no es precisamente sencillo.
Los cuatro números incluidos en el tomo suponen el final de la colección, y están centrados en narrar la última guerra que implica a los diferentes reinos. El principal instigador es el reino de las máquinas, que hasta el momento no había tenido un avatar humano. Cuando por fin se deciden a ello, este será el responsable de un plan que pone al Verde contra las cuerdas, volviendo contra él a la Putrefacción y al Gris, que junto con las máquinas realizan una alianza contra la Cosa del Pantano. En el otro bando, tenemos a Abby, que intenta recuperar todo su poder, así como a la última esperanza del Verde, un as bajo la manga de la Cosa del pantano que dará un importante giro a la situación.
Para mí sigue siendo interesante ese reflejo de la actualidad en cierta forma, al vivir en un mundo donde las tecnologías son tan importantes y prácticamente necesarias para la vida del día a día, lo cual entra en confrontación con la Madre Naturaleza y su importante conexión con el ser humano. Más allá de la batalla sobre el papel que plantea Soule, me parece evidente que su idea pasa por mostrar una crítica a nuestra dependencia de las máquinas y nuestro olvido sobre la responsabilidad hacia nuestro planeta y su medio ambiente. No obstante, la resolución de este conflicto prácticamente queda en el aire, tomando una vía que podríamos decir que rompe la cuarta pared y que nos lleva a un mundo diferente, en el que el protagonista tiene la oportunidad de fabricar el final que desee a su historia. No se puede negar que la idea es arriesgada, pero también hay que decir que todas las resoluciones de la etapa de Soule tienden a ser algo precipitadas. Y esta no iba a ser menos. Y es que durante tres números, y alguno más del tomo anterior, vemos como se gesta esta guerra, como se desarrolla y evoluciona para, en pocas páginas, resolverlo todo transmitiendo esa sensación de final a la carrera. No sé, cuando yo llego al final de una serie u obra espero ver todas las tramas cerradas y todos los cabos buen atados. Obviamente no va a ser un final total, ya que es posible que el personaje sea recuperado más adelante, pero tener esa sensación de "tanto rollo para esto", provoca que mi valoración final no sea todo lo buena que debiera.
Tampoco puedo decir que el tomo esté mal, ni que no sea entretenido. Ni siquiera que no haya esa evolución lógica de los personajes según los hemos visto en la serie hasta el momento. Pero esa sensación de vacío inexplicable está ahí, dando señales de que Soule no ha sabido dar la solidez necesaria a su trabajo como para acabar satisfaciendo del todo al lector, por muy interesante que haya sido el camino recorrido. Y esa forma de querer arriesgar para después recular y volver al convencionalismo tampoco me convence en absoluto. También es cierto que para ciertas cuestiones hay que tener un talento que quizá el guionista no tiene, pero cuando se pretende arriesgar hay que hacerlo verdaderamente y no mostrar un espejismo que al final no puede dar un resultado óptimo, porque lo que realmente transmite es que estamos ante un quiero y no puedo de libro.
Sinceramente, no ha estado mal esta serie en líneas generales, pero llegar al final supone más un alivio que otra cosa, deseándome desligarme aún más si cabe de este Universo DC que cada vez me interesa menos.