No hace falta irse a los USA para asombrarse de cómo funcionan los derechos de autor en el mundo del tebeo. Aquí también ocurre, lo que pasa es que no nos damos cuenta porque no le interesa a (casi) nadie y los excelentes medios de propaganda, perdón, quería decir de comunicación, no informan de las vergüenzas por las que pasan muchas familias españolas, cuyos padres o abuelos contribuyeron a crear ilusiones a muchos niños españoles en épocas más oscuras de nuestro pasado.
http://www.manuelgago.com/3364.htmlJosep Sanchís creo que recuperó los derechos de Pumby hace dos o tres años, pero el calvario por el que ha pasado la familia Gago es una de las aberraciones más infames por las que puede pasar un autor. Además, lo más delirantedel asunto es que los derechos del Guerrero del Antifaz ni siquiera pertenecían ya a Editorial Valenciana, sino a una de las grandes (y muy putas) empresas constructoras de este país que en su día se había hecho con los derechos de todos los personajes de Editorial Valenciana.
Pero no hay que cebarse sólo con el capitalismo y los oligarcas de la construcción, porque como podéis leer en el enlace, a los autores también les roba su trabajo el propio sector público, en este caso, la propia Biblioteca Autonómica de la Comunidad Valenciana, dependiente de la Generalitat, quien también podría dar algún día explicaciones sobre los más de 2.500 originales de Gago que tiene en su poder y no quiere entregar a la familia.
Lo mejor es que hace unos pocos días la propia María Teresa Gago ha comentado en Facebook que, sesenta años después, han conseguido ganar el juicio y recuperar los derechos sobre la obra de su padre de los piratas que los poseían.
Pues eso, que no hace falta que nos vayamos a los USA para ver cómo se trata a los autores.