No, lo digo porque pensaba que hablábamos de calidad y que tu te referías a madurez (siempre se suele decir que es el arco donde los X-Men la alcanzan, y su equivalente en Titanes es Judas por eso mismo). Si lo dices por calidad, ¿qué diferencias entre Born Again y Fenix Oscuro?
Pues veamos:
-La saga de Fénix Oscura está suscrita al género de la aventura barra ciencia-ficción, incluso siendo más certero, al space-opera. Esto no es óbice para que una obra pueda ser de gran calidad, pero, sí es cierto que los temas que toca Claremont son bastante planos en el gran esquema de las cosas, y se resumen a una máxima del género "el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente". Hay otros subtemas y tropos, pero son tratados con superficialidad. En cambio, en Born Again, hay una estructura narrativa más compleja, que ofrece varias lecturas, cuando no simbolismos, y no de manera superficial, a temas como la religión, el gobierno, la política, la redención, etc.
-La composición de página y la narrativa secuencial de Born Again está varios niveles por encima de un voluntarioso Byrne, que pese a entregar un gran trabajo, no puede mirar a los ojos a un David Mazzuecchelli impecable, que en este caso, superaría ampliamente al 80-90% de dibujantes de la industria del momento con facilidad. Fruto de ello, la narrativa de Miller se ve potenciada. No se trata ya solo de la caracterización de personajes, fondo, trazo o belleza del dibujo, sino de que la composición narrativa de cada página es un manual de cómo hacer un cómic. A este respecto, comparar a Byrne con Mazzucchelli, resulta imposible, ya que ambos trabajos están a un mundo de distancia.
-El discurso, prosa y diálogos, están también un nivel por encima en Miller. Claremont es un muy buen prosista, y desde luego, un dialoguista más que resolutivo. De hecho, su estilo épico y literario funciona estupendamente bien en todas sus series de calidad, la caracterización de personajes es impecable, y las figuras retóricas y apoyos semánticos que utiliza, son magníficos. Es por eso que Claremont siempre ha usado un estilo más bien formular a la hora de escribir, que le permite reciclarse incontables veces con apenas variaciones ("Morí, mejoré"). En cambio Miller es mucho más lírico, mucho menos literal, y su prosa y diálogos adquieren varias interpretaciones posibles en determinadas escenas, por lo que estamos ante una escritura más ambiciosa, que toca terrenos que Claremont no se plantea en esta obra (y que por norma general, quedan vedados a este, por otra parte, GRAN, GRAN, GRAN escritor).
-El argumento de cada obra. La imaginación portentosa de Claremont crea una buena ficción, que sin embargo, bebe mucho del culebrón y varios de sus recursos. No en vano, la mejor forma de definir la Patrulla-X de entonces, y casi todo el cómic de supers, es esa: Son culebrones. Malos que vuelven, resucitan, hermanos secretos, clones o gemelos malvados, cliffhangers a porrillo, periocidad semanal o mensual que engancha al público, trama río interminable, etc. Siendo una buena historia, puesta en el suelo, no dejan de ser hombrecillos verdes que luchan contra humanos con superpoderes por un gran mal arcano y cósmico... De nuevo, no defiendo que sea una forma más baja de ficción o literatura, pero sí que es cierto, que a veces peca de superficial. En cambio en Born Again, encontramos un drama que gira alrededor de la venganza, con una obra muy particular, nada culebronesca, que acaba incluso en un anticlimax.
Por cierto, querido V de Vendetta, creo que estás mal informado:
Batman Año Uno lo dejo fuera por ser más autoconclusivo y no un arco en si.
Batman Año Uno nunca fue un tomo único ni autoconlusivo.
Se publicó como arco dentro de la colección regular de Batman, números 404-407.
Lo que estás aprendiendo en estos meses, mamón.