Como en casa mi madre era muy lectora y yo seguí su ejemplo usando los tebeos familiares, nunca ha sido extraño que tuviera montones de cómics en las estanterías, armarios, debajo de la cama...
Cuando me independicé, lo primero segundo que hice fue comprarme unas estanterías a medida para poner la colección en el dormitorio, y así tener bien a mano la (otra) afición.
Al venirme a esta casa, y sobre todo al hacer la reforma, diseñé una habitación para poner los tebeos. Es normal (+/- 16 metros cuadrados, y tiene las dos paredes largas con estanterías de arriba a abajo, con una selección de tebeos. Claro, porque todos no caben, y muchos están en cajas. Amontonándose, formando una pila cada mes más alta.
El caso es que cuando conocí a la que ahora es mi mujer, la habitación ya estaba ahí, llenita de tebeos. Le sorprendió mi "afición", pero más lo hizo que le dijera que empezaba a colaborar con Panini ¡y que iban a pagarme! Eso ayudó mucho a "normalizar" mi relación con los tebeos.
Ahora, cinco años después, y una vicaría mediante, ya se me queja, la muy jodía.
"¿Y nunca vas a dejar de comprar tebeos?"
No contesto, of course.
El problema, ahora, es el espacio. Sigo pensando una solución que no sea comprarse una casa más grande (cosa que no descarto).