Y precisamente porque hay compradores con gustos distintos, con intereses distintos y con prioridades distintas, las mejores obras de la historia del comic-book deberían estar disponibles en formatos y precios adaptados a gustos... distintos.
¿Acaso no hay maravillosas y carísimas ediciones de lo mejor de la literatura, y las hay muy baratas, que no son redundantes, puesto que cada cual tiene su mercado?
Pues lo mismo.