El tiempo en sus manos (1960).- Hago este comentario prácticamente sin tiempo para hacerlo puesto que hoy tengo mucho curro pero el destino y la mano de Salo han querido que esta peli caiga la víspera de reyes, probablemente el mejor regalo que este año reciba de sus majestades de oriente a quienes mi única petición suele ser que por favor pasen de largo, así que este comentario solo va a ser una sombra de lo que debería ser, por lo que de antemano pido disculpas.
Película de referencia que sigue conservando su relevancia hoy. Apreciable adaptación de la obra de H.G. Wells llevando a la gran pantalla una emocionante aventura de tintes épicos. Rod Taylor que nunca fue santo de mi devoción aquí no solo le absuelvo sino que además le conmuto la pena por el resto de sus fechorías (por esta y por “los pájaros”) aunque probablemente su principal mérito fue estar por allí cuando eligieron el cast. El resto del reparto totalmente intrascendente incluido el florero de Yvette Mimieux cuyo nombre le viene a huevo “Weena” (Son para flipar los reviews de algún colgao al respecto del gran trabajo de esta actriz en esta peli ó en otras, en fin)
George Pal, tras una larga trayectoria de cortometrajes irrumpió en la gran pantalla con el pequeño gigante (1958) película que por fin conseguí en DVD el año pasado, para hacer esta dos años después, probablemente la más significativa de su breve carrera como director, la cual combinó con la producción. Hizo posteriormente “el continente perdido” (61), participó en “El maravilloso mundo de los hermanos Grimm” (62) y “Las 7 caras del Dr Lao” (64) (esta última no la he visto). Y eso fue todo. Fueron todos proyectos de poca envergadura y desde luego no ha pasado a la historia como un gran director porque realmente tampoco lo fue pero si demostró tener cierto instinto para narrar con cierta solvencia cine de aventuras impregnado de fantasía. No fue pionero en nada, ni siquiera en usar el stop-motion, técnica definida sobre 1898 y que no paró de evolucionar constantemente desde entonces. No creo que el buen resultado de este filme fuera un acierto de Pal, simplemente creo que fue algo que sucedió como ha ocurrido otras veces en la historia del cine (eso si, no muchas veces) y ya está.
La película sobre ser de 1960, tiene toda la inocencia e ingenuidad de las producciones Hollywoodienses de décadas anteriores, si bien los 60 supusieron el fin de la inocencia, este película quedó afortunadamente en la frontera del antes y digo esto porque en 1961 y 1962 el cine empezó seriamente a cambiar sus registros y evolucionar en sus premisas pero evidentemente no fueron directores como Pal los que dieron estos saltos y abrieron los ojos al resto de realizadores. Si bien esto hoy puede ser un inconveniente evidente para las nuevas generaciones de espectadores en mi opinión es precisamente ese tratamiento de ingenuidad argumental lo que ha hecho que sea un título que prevalezca a lo largo de los años.
Los productores apostaron por el color (metrocolor) solución que aunque era arriesgada, había dado sus frutos en el terror con el Frankenstein del 57 y en la ciencia ficción (la guerra de los mundos, Planeta prohibido) y otras producciones de los 50, lo cual demostraba que el color aplicado a géneros menores y películas de serie B podía llegar a dar resultados espectaculares en la taquilla.
Los efectos especiales fueron significativos en su momento como así lo reconoció la academia aunque hoy sean anecdóticos. En conjunto creo que es un clásico de la ciencia ficción y una película que todos los aficionados al género deberían ver, muy entretenida y recomendable. Puntuación: 7,5