"28 días después". Interesante propuesta de un director (Boyle) al que, si bien podemos reprocharle la irregularidad de su trayectoria en lo que a calidad se refiere, también debemos reconocerle su valiente versatilidad cinematográfica. Concretamente, en esta nueva vuelta de tuerca al "género zombie" conseguiría un tratamiento fotográfico verdaderamente impactante, sobre todo gracias al uso de cámaras digitales. De hecho, la película se filmó completamente en este formato, siendo el propio Boyle el operador de cámara. Ya anteriormente el director británico las había utilizado en dos películas que realizó para la BBC: "Strumpet" y "Vacuuming completely nude in Paradise". El productor de "28 días después", Andrew Macdonald, llegó a afirmar que "desde el punto de vista práctico habría sido materialmente imposible rodar la película de no haber utilizado el vídeo digital". En mi opinión, la película ofrece un arranque espeluznante, vibrante, de esos que te dejan sentado en la butaca pero, desgraciadamente, pasados los minutos da la impresión de que Boyle no sabe qué hacer con la historia o hacia dónde tirar, hasta el punto de finalizarla de manera ridícula. Lo más sangrante (y nunca mejor dicho) es que llegaron a escribir ¡¡¡20 finales distintos!!! El equipo debió irse de fiesta la noche anterior, pues no se explica que a la postre se quedaran con el peor de los finales posibles. Mi nota: 6
Edito: Mi opinión es igualmente válida para su secuela: mismos aciertos + mismos fallos = misma nota.