¿De verdad pensais que alguien va a leer mensajes de esta magnitud y complejidad
La concreción nunca ha sido virtud mía, eso tengo que reconocerlo. Por eso nunca me he gustado a mí mismo como forero y siento envidia (sana, por supuesto) de mucha gente de aquí que sí que son capaces de ir al grano al comentar cualquier cosa o al dar una opinión sobre cualquier tema. De hecho, soy consciente de que mucha gente ni me lee, ni le interesa una mierda lo que yo pueda decir sobre cualquier cosa, precisamente por los ladrillos que meto.
Eso sí, lo único que no entiendo de tu mensaje es que te dé risa el tiempo que alguien, haciéndolo además con buena intención, le dedica a tratar de explicarte a ti o a los demás cualquier cosa.
En todo caso, con una generación como la actual, con chavales a los que no les gusta leer porque creen que es un esfuerzo que no les merece la pena, la verdad, no sé por qué me meto en estos berenjenales, cuando encima ni tengo tiempo para hacerlo.
yo ni me enteré en su momento de la dichosa Era del Apocaplisis.
Ya me has dejado con la intriga de leerla...
Si al final te decides algún día a leerla, te recomendaría que te leyeras también su prólogo, La Búsqueda de Legión. Son cinco números, el Factor X #108, UXM #320 y 321 y XM #40 y 41.
Sin ese prólogo, no vas a entender nada de cómo se llegó a la Era de Apocalipsis ni creo que tampoco del final de la saga.
Y gracias por el capote
Poco que añadir a lo expuesto por el Maestro, salvo lo que comentas de la anécdota de Rozanski, que malamente debo reconocer que no se de que va la cosa, y eso que busqué así por encima en el internete, pero nada
Yo tampoco conozco la anécdota. He hecho una búsqueda en castellano, porque no creo que lo entendiera suficiente en inglés Seguiré buscando a ver si hay suerte.
Aunque estoy de acuerdo en que sería una salida de tema, se podría aprovechar el hilo de Los trapos sucios del cómic si va de eso. Si no, tampoco creo que desentonara mucho aquí...
Gracias también por el apoyo moral, de verdad.
A ver, la historia hay que situarla a mediados de los setenta. Para que os hagáis una idea, Rozanski era entonces un chaval de unos veintimuypocos años que a base de ahorrar (de hecho, cuenta él que para ahorrarse la pasta de un alquiler, había estado incluso durante una época viviendo en su coche) había conseguido montar un par de tiendas pequeñitas de cómics en Boulder (Colorado).
Una tarde recibió una llamada telefónica de un tío de otra librería que había cerca de la suya, que no trabajaba con tebeos sino exclusivamente con libros. Según le contó por teléfono, aquel librero había recibido la llamada de un agente inmobiliario que tenía el encargo de los herederos de un señor de vender la casa en que éste había vivido. En esa casa había un montón de cómics antiguos (ellos los llamaron viejos) de los que aquella gente quería deshacerse rápidamente para poder vender la casa lo antes posible. Al parecer, la barriada estaba cada vez más “llena” de hispanos y querían sacarle la mayor pasta posible a la casa antes de que perdiera más “valor”. Como aquel librero no trabajaba con tebeos, le pasó el número de teléfono del agente a Rozanski a fin de que éste se hiciera cargo del asunto, para el caso de que allí hubiera algo que le pudiera interesar.
Cuando Rozanski llamó al agente, éste le explicó que efectivamente la casa estaba llena de “basura” de la que había que deshacerse lo antes posible para dejar “limpio” todo aquello, y quería saber si a él le interesaba ir a la casa para ver lo que había y comprar lo que más le interesase.
Rozanski, le dijo que si había tebeos, él se los podía comprar, pero que antes los tendría que ver, a lo que el agente le respondió que, de lo que él había visto, allí había muchos cómics de horror y vaqueros de los años 50. A Rozanski le pareció un buen asunto, preguntándole si había también algo de superhéroes de aquella época y respondiéndole el tipo que posiblemente habría también algunos comics “viejos” de Superman y de Batman, pero que no lo había podido ver todo de la cantidad de “papel” que allí había. El caso es que quedaron para el fin de semana siguiente para que Rozanski fuera a la casa a ver lo que le interesaba.
El sábado siguiente, al llegar por fin a la casa, los herederos le llevan a Rozanski al sótano de la misma. Y según empieza a bajar las escaleras, el tío empieza a alucinar porque empieza a ver pilas y pilas de tebeos cubriendo todo el suelo (en cada pila habría según el unos cien tebeos y entre 50 y 100 pilas). Cuando Rozanski empieza a examinar todo aquella “basura de la que los herederos se querían deshacer lo antes posible”, le empiezan a dar sudores porque allí empieza a ver una cantidad ingente de westerns de la Dell, cómics de la EC, y además muchos tebeos de superhéroes de la DC, en una condición “Fine”, es decir, bastante más que aceptable. Es decir, material muy suculento para el mercado de coleccionistas.
Es más, a medida que se adentra en el sótano, descubre que las pilas más alejadas de la entrada ya no son de cómics de los años 50, sino que son de los años 40 y que incluso están en mejor estado todavía que los anteriores, algunos incluso totalmente nuevos, como si jamás hubieran sido leídos.
Haciendo esfuerzos por contener los nervios, Rozanski empieza a negociar por todo aquello, descubriendo que a aquella gente no le interesaba para nada lo que allí pudiera haber, sino que su único interés era que les dejasen “limpio” el sótano cuanto antes. Él nunca ha contado lo que pagó, sino sólo que pagó por cajas sacadas del sótano (es decir, por ejemplo, sacas 50 cajas, a 10 dólares la caja, 500 dólares). Sólo le ponían dos condiciones: que el pago fuera en efectivo y que allí no podía quedar nada, sino que se lo tenía que llevar todo y dejarlo vacío.
Entonces, una vez cerrado el trato, como para que no se arrepintiera, aquella gente le lleva a un despacho anexo al sótano, diciéndole que en el trato se incluye también aquel despacho y que también hay que “dejarlo limpio”.
Al abrir la puerta del despacho, Rozanski se queda con la boca abierta porque aquello está lleno de pilas y pilas de tebeos que llegan hasta el techo, con tebeos incluso más antiguos que los anteriores y en una condición acojonante, dándose cuenta en ese momento Rozanski que allí lo que hay es la colección más increíble y más antigua de tebeos de la Golden Age que había visto en su vida, algo que posiblemente ningún coleccionista jamás hubiera pensado que pudiera existir.
Entre otras muchísimas cosas, absolutamente todos los primeros números de Action Comics, Detective Comics, todos los primeros tebeos publicados por Timely (incluido el Red Raven Comics #1, un tebeo no raro, sino rarísimo), etc. Y además, completamente nuevos y perfectamente conservados.
Vamos, el equivalente al descubrimiento de la tumba de Tutankamon, pero en el mundo de los tebeos.
Según cuenta él, le temblaban hasta las rodillas al ver la pasta, los miles y miles de dólares que podía valer todo aquello, que aquellos cretinos trataban como la basura del abuelo y sin ningún respeto ni cariño hacia los sueños y el placer de la persona que había dedicado su vida a reunir aquella colección.
Intentando mantener la compostura y controlar los nervios, Rozanski aparca su furgoneta en la parte de atrás de la casa (la furgoneta debía de ser un cacharro, porque cuenta que durante el viaje de regreso a la tienda estaba acojonado de que le fallase la transmisión y tuviera un accidente que destrozase la carga que llevaba), y ve allí entre los cubos de basura y en medio de la nieve, varias cajas llenas de magazines, pulps y originales.
Rozanski alucina, pero no dice nada y empieza a cargar la furgoneta. Más de 10.000 tebeos cuenta él que allí había. El problema es que le dicen que lo que primero tiene que “limpiar” es el suelo del sótano, que es lo que corre más prisa, por lo que no puede cargar primero los tebeos del despacho que son los que a él le habían producido sudores fríos. De hecho, como se le hizo tarde vacíando el sótano y aquella gente se tenía que marchar, tuvo que dejar allí todo el despacho aquella primera vez que fue, y no pudo regresar hasta la semana siguiente a cargarlo, pasándose toda la semana sin dormir, pensando en que aquellos gilipollas, por las prisas, pudieran deshacerse de su contenido, o de parte del mismo, antes de que el fuera a recogerlo el sábado siguiente, y lo acabasen tirando a la basura, como las cajas que había visto entre la nieve.
Como ya habréis imaginado, Rozanski lo encontró todo allí a la semana siguiente, excepto obviamente las cajas que había visto entre la basura y la nieve (que si soy yo, me voy por la noche y me lo llevo todo; pero él no se atrevió, o no quiso llamar la atención, o prefirió descargar la furgoneta, a saber).
El caso es que una vez que tuvo por fin cargado todo aquello, los herederos le preguntaron si también le interesaban las revistas antiguas. Entonces le llevaron a otra habitación del sótano y allí a Rozanski ya se le cayeron las bragas: en aquella habitación, apilados en estanterías, y entre otras muchas cosas más, había colecciones completas de los pulps más buscados de los años 20 y 30: Weird Tales, Black Mask, Spicy Detective, etc. Si yo hubiera sido Rozanski, me hubiera bajado los pantalones y me hubiera hecho allí mismo una paja. Pero él aguantó otra vez el tipo y lo único que hizo al ver una estantería completamente vacía fue preguntarles a aquellos cretinos por su contenido, a lo que los herederos bajaron la cabeza y le empezaron a poner excusas, dándose cuenta entonces Rozanski de qué era lo que había aquel primer día en aquellas cajas entre la nieve.
Bueno, a pesar de que creo haber puesto lo más importante, lo he resumido todo muchísimo y he omitido además muchas cosas, demasiadas. Rozanski sacó un pastón por todo aquel material y Mile High Comics es ahora, junto con Lone Star Comics (a la que vosotros hoy conocéis como mycomicshop.com) una de las mayores tiendas de comics de los Estados Unidos.
Y por cierto, el hombre que reunió toda aquella extraordinaria colección que hizo de Chuck Rozanski un gran empresario del mundo de los tebeos, se llamaba Edgar Church, un hombre cuyo pequeño vicio eran los tebeos y al que sus hijos nunca entendieron porque le emocionaba todo aquello.
De todo lo que ha soltado Taneleer, yo no tengo ni pajolera idea, así que perfectamente podría ser todo inventado
Le concedes a mi imaginación demasiada capacidad de inventiva. Ya me gustaría a mí que de verdad fuera así.
Haciendo una búsqueda rápida por google, te he encontrado dos cosas que te pueden servir como fuente de información. Eso sí, está todo en inglés.
http://www.randomhouse.com/features/comicwars/timeline.htmlEste libro está muy bien. Yo lo tengo y te lo recomiendo, sobre todo para que veas el morro que le echó Perelman para quedarse con Marvel, y también está muy bien contada la posterior guerra entre Perelman e Icahn, la posterior batalla judicial y como Toy Biz se quedó al final con Marvel.
Lo puedes encontrar fácil a través de Amazon. Cuesta unos 25 pavos.
http://www.turnaround.org/cmaextras/Paper--SecondPlace--FINAL.pdfEsto otro, por lo que he visto, es un estudio histórico-financiero de la bancarrota de Marvel y las causas que llevaron a ella, y veo además que utiliza muchos términos técnicos que no sé si estarás acostumbrado a manejar. En todo caso, yo me lo acabo de imprimir porque me parece superinteresante. El primer capítulo creo que te va a venir muy bien para entender lo que, con mayor o menor fortuna y extensión, intenté explicar ayer.
De todas formas, ten en cuenta que yo hablo mucho de cabeza en base a mi opinión personal del tema y a las revistas de la época que tengo por casa (Amazing Heroes, Comic Scene, Marvel Age, Edge, etc).
Si estás interesado y precisas cualquier tipo de bibliografía que crees que te pueda interesar, mándame un privado y te buscaré cosas concretas que te puedan servir de ayuda, aunque ya te adelanto que son números de por lo menos hace 15 años, así que me temo que te pueden resultar difíciles (que no caras) de encontrar.
En todo caso, hablando de todo un poco, sí hay una cosa sobre la que creo que os deberíais quejar a Panini acerca lo que está haciendo con los Spotlight que publica Marvel.
Por ejemplo, el reciente especial que acaba de publicar este mes sobre Miedo Encarnado, contiene únicamente la información del Spotlight USA sobre Fear Itself (es decir, la parte más promocional del asunto). Yo esto lo entiendo. Sin embargo, deja en el tintero los artículos/reportajes/entrevistas sobre otros eventos de la historia de Marvel, como la Guerra Defensores/Vengadores de Englehart de los 70, las Secret Wars, o las más recientes Civil War o Asedio.
Y lo mismo con los otros Spotlight de los Vengadores (entrevistas a Stern, Busiek, artículos sobre los Vengadores de Roy Thomas y John Buscema), los X-Men de Claremont, etc.
Es cierto que al que le interese, los puede comprar en americano de importación. Pero de verdad, no todo el mundo maneja igual el inglés, y ya que se publica parte del Spotlight, ¿por qué no se publica el resto del ejemplar que puede llegar a ser tan interesante o más que el aspecto promocional del evento en cuestión?
A mí me da igual porque lo voy a conseguir de todas formas, pero pensando un poco en la gente que decís que no tenéis ni pajolera idea de estos temas, o en los que no se manejan bien con el inglés, pues, oye, que no se trata de que este tipo de información esté sólo en manos de unos pocos privilegiados, como ocurría con los monasterios de la Edad Media.
De hecho, yo creo que Panini vendería mejor el material clásico, si le proporcionara a la gente este tipo de información con el fin de ponerle los dientes largos sobre estos clásicos de Marvel, que tirándola al cajón de la basura y quedando sólo en la biblioteca de unos cuantos privilegiados.
Que conste que es una opinión, no una crítica.
He tenido una sensación similar cuando he leído lo de que Nicieza se largó de los mutantes. Ni me había planteado que alguien dejara voluntariamente una serie como X-Men y nunca entendí que le dieran la serie a Lodbell
Tantos años para descubrir que había una explicación lógica
Nicieza le echó pelotas en aquella época. Se fue de los mutantes por discrepancias con Harras, pero no por desavenencias sobre lo que estaba haciendo con los X-Men, sino sobre la línea argumental que estaba planteando en X-Force, en concreto sobre lo de Fuego Reinante/Roberto DaCosta.
Si recuerdas cómo acabó el X-Force #43 con Nicieza, y ves luego cómo continuó Loeb el tema en el X-Force #44, tras el paréntesis de la Guerra de Apocalipsis, tendrás más que claro cuáles fueron las diferencias entre Harras y Nicieza que le llevaron a éste dejar las dos series.
Y oye, que si hubieras dicho que el gran evento de los 90 para ti fue el Heroes Return, por lo menos a mí me hubiera parecido también bastante razonable.