Por si te sirve de algo,
Spector, ya comenté en algún hilo (ahora no recuerdo dónde) que tuve ocasión de leer
"The Courtyard", historia que, como bien dice
Peúbe, es "hija" de
Alan Moore pero dada "en adopción" a
Burrows y
Johnston. La misma intenta ir en la línea de terrores onírico-metafísicos de
Lovecraft pero, desgraciadamente (y esto ya no sé si es motivado por la historia de Moore en sí o por la pobre adaptación de Burrows y Johnston), se queda muy, muy lejos de conseguirlo. A mí personalmente me pareció predecible (lo que no es lo peor, sin duda alguna), amén de sosa y falta de interés. Y es que, como lector de Lovecraft, puedo decir que, de por sí, es francamente complicado transmitir las sensaciones y angustias metafísicas que asaltaban al escritor americano, más aún si las pretendes volcar en un medio gráfico y no cuentas con las "herramientas" necesarias para ello. Y es que lo que Lovecraft conseguía gracias a una prosa muy, muy particular era, casi sin darte cuenta, atraparte desde el principio para arrastrarte ya sin remedio hacia un universo donde el terror y lo desconocido siempre iban de la mano. Como digo, en "The Courtyard" se ve que Moore conoce bien el asunto lovecraftiano (al menos sus símbolos recurrentes), lo que ya no me convence tanto es que Burrows y Johnston hayan hecho lo propio, con lo que el resultado, por tanto, no deja de ser bastante insatisfactorio a este respecto. ¿Quién sabe? A lo mejor Moore, dándose cuenta de esto mismo, haya decidido retomar el asunto y su presencia más patente en la secuela sirva para enmendar la plana al resultado global.
