Yo lo leí en verano porque me picaba la curiosidad, y me encantó. Ese estilo con diarios, el argumento, el gran personaje que es Van Helsing, y, sobre todo, aprender cosas de los vampiros. El que las rosas fueran otro punto débil, que sólo pueden embarcar en bajamar y pleamar, que la luz del sol no los mata, lo de quemar su corazón, que los mordidos por un vampiro no se convierten en vampiros hasta que mueren (lo que puede ocurrir 50 años después)... Cuánto han cambiado los vampiros. Y seguro que nunca han sido tan amenazadores como en este libro.