Aquí pongo una historia que creé hace un tiempo:
En un mundo paralelo a nuestro universo Marvel, donde Arma X es un grupo mutante de seguridad:
Hace años, en el Hogar Sunset para huérfanos, un chico está sentado a la sombra de un árbol, con unas enormes gafas rojas, leyendo un libro. Se acerca un hombre alto, con un abrigo negro y un parche :
-Buenos días, Scott.
-¿Quién es usted?
-Me llamo Nicholas Furia, me han informado del incidente que te pasó hace unos dias...
-Oh, el dolor de mis ojos... Con estas gafas de rubí ya no me duelen tanto.
-No me refiero al dolor, chico. Sé que has experimentado con tus poderes. Eres especial, eres un mutante. Has nacido con facultades superiores a los demás humanos. Si vienes conmigo, podremos ayudarte a mejorar.
-De acuerdo, señor, voy con usted.
Años más tarde, helitransporte de Arma X. En la Sala del Peligro, 5 soldados mutantes experimentan con sus poderes:
-Vamos Hank, esos androides están superándote.
-Su número no les da ventaja, intrépido líder. La Bestia puede derrotarles con los ojos cerrados.
Así, un hombre demuestra sus habilidades esquivando rayos, mientras va derrotando las oleadas de robots que se acercan:
-Tú deberías tener cuidado, Scott. Se están acercando por detrás.
-Sabes que eso nunca es un problema, no cuando Rondador puede teleportarme a una zona donde mis rayos ópticos les derriben de un golpe.
Y tras una nube de azufre y un ruido (¡Bamf!), un diablo de color azul atrapa a Cíclope, teleportándolo a una esquina de la sala, donde derriba a los robots con un poderoso rayo.
-Parece que ya no hay más- Dijo una chica pelirroja, mientras movía mentalmente los últimos restos de los ciborgs.
-Entonces, ¿por qué no dejan que salgamos?- Un hombre enorme, vestido con una armadura y con un casco que le escondía la cara estaba sentado sobre una montaña de piezas metálicas- Tengo hambre, y tengo que ir al baño.
-Juggernaut, me parece que todavía no ha terminado el entrenamiento. Deberíamos prepararnos para una nueva oleada de enemigos. Jean y yo nos colocaremos alrededor del maniquí. El ejercicio consiste en protegerlo. Juggernaut y Bestia, atacaréis primero. Kurt, tú les proteges desde la retaguardia.
Pero el grupo de mutantes esperaba en vano. Los guardias de la sala de control habían muerto, estaban llenos de cortes.
-¿Qué demonios pasa? Tardan mucho. ¡Estoy impaciente!
-Cain tiene razón, debe pasar algo. Será mejor que me teletransporte fuera.
Con otra nube de azufre, Rondador desapareció. Siguieron esperando, pero no volvió.
-¡Maldita sea, voy a atravesar la pared, estoy hasta los huevos!- Juggernaut corrió hacia el muro, destrozándolo por completo, pese al grosor del metal. Cain Marko vio una escena que le dejó pálido. Decenas de agentes humanos de Arma X estaban muertos, tirados en el pasillo. A un lado, estaba Rondador Nocturno, apoyado en una pared, inconsciente y sangrando mucho. Pero una figura le impedía acercarse a su compañero. Un hombre bajo, vestido entero de cuero negro, le miraba gruñendo. Tenía el cabello despeinado, y su mirada era más parecida a la de un animal que a la de un hombre. Lo más llamativo del salvaje era que tres garras de hueso le brotaban de las manos... El asesino saltó a la yugular de Juggernaut, pero estaba protegido por su armadura de vibranium, y no le hizo ninguna herida. En ese momento, un láser quemó el pecho del mutante, derribándolo. Cíclope había atacado al desconocido, furioso al ver a su compañero azulado en el suelo.
Pero el mutante de las garras se levantó, y vieron asombrados como las heridas de su cuerpo se curaron instantáneamente. Así, saltó a por Cíclope, pero un muro telequinético le impidió tocarlo. Al ver a Jean, el hombre salvaje envainó sus garras, y se quedó quieto, como hipnotizado al ver a la pelirroja.
-¡¿Qué le has hecho a mi hijo?!- Una mujer de piel azul, uniformada, apareció por el pasillo, seguida de varios guardias, y rodearon al mutante.
-¡No disp..!- Jean intentó avisar a los guardias de que no dispararan, pero fue tarde. La mujer azul comenzó a descargar la munición contra el atacante.
-¡Necesitamos un médico, mi hijo Kurt está herido!- 2 guardias cogieron al mutante teleportador, y se lo llevaron, mientras otros buscaban más supervivientes- Parece que el invasor se está curando de las heridas, debe ser un mutante. Lleváoslo para interrogarlo, yo voy a la enfermería.
Cíclope, la Chica Maravillosa, Bestia y Juggernaut siguieron a Mística, en espera de alguna orden.
Si os ha gustado, seguiré con la historia, pero si no os ha gustado ..