CAPÍTULO 3: REVELACIONES
En el estudio principal de una mansión en el condado de Wetchester, New York, un hombre extraño y silencioso está sentado, inmóvil, solo con sus indescifrables pensamientos... Entonces, un joven chico cruza el umbral de la puerta, gritando:
-¡Amo Magneto! El apestoso Dientes de Sable ha vuelto a amenazarme, ¡dígale algo!
-Sapo, te he dicho cientos de veces que no grites tanto. Tú y tus riñas con Dientes de Sable están empezando a cansarme. De todas formas, ya que has interrumpido mis pensamientos, diles a todos que se reunan conmigo en el salón. Es cuestión de tiempo que vengan a por sus documentos.
-Sí, amo, ahora mismo.- Sapo susurraba, pues cualquier orden de Magneto era seguida al pie de la letra.
Al rato, en el salón principal, los obedientes Sapo, Dientes de Sable y Lobezno escuchan con atención a su líder:
-Es sólo cuestión de tiempo que descubran nuestro paradero. Ya sabéis el plan, debéis estar preparados. Un aviso, Creed. Controla a tu mascota. No quiero que pierda el control de nuevo, y arruine nuestro plan.
-Descuida, Magneto... Lobezno sabe lo que tiene que hacer, ¿verdad, chico?- Dientes de Sable lanzó una galletita al mutante, y éste se la comió agradecido.
Un rayo óptico atravesó la ventana. Lobezno sacó las garras, y corrió al ataque:
-Recordad lo que hemos dicho, mis pupilos. ¡Ahora, atacad!- Mientras decía esto, Magneto levitó, y empezó a lanzar trozos de metal a sus enemigos.
Lobezno saltó a por Cíclope. Éste lanzó otro rayo al salvaje, que le quemó la piel casi al completo. En cuestión de segundos se curó, y le dio un zarpazo en el pecho a Scott, tirándolo al suelo. Le saltó encima, y con un rugido, sus garras fueron directas al corazón del líder mutante. Pero en el último momento fue brutalmente apartado de su víctima, cortesía de la Chica Maravillosa. Bestia había saltado a por Dientes de Sable, y pese a la superior fuerza de Creed, la conocida agilidad de Hank le permitió derribarle. Kurt había caído al suelo. Sapo se movía sin parar, golpeándole con sus fuertes piernas, pero Rondador reaccionó rápido, teleportándose lejos junto a su enemigo, y dejándolo abandonado a kilómetros del combate.
Mientras, Juggernaut estaba a merced de Magneto. Se sentía menos poderoso sin su armadura de vibranium, pero no la podía llevar al combate debido a los poderes de su enemigo. Pero no pudo hacer nada cuando éste rodeó a Cain con una lámina de acero, elevándolo alto.
-Ni siquiera eres un mutante... Juré que jamás acabaría con la vida de un mutante, pero tú no eres más que un homo sapien... Además, tu muerte le hará saber a Xavier lo que es perder a un miembro de la familia...*
Magneto comenzó a aplastar el cuerpo de Juggernaut con la lámina, justo antes de que Cíclope le atacara con un rayo, que desconcentró a Magneto, perdiendo el control del metal que aplastaba a Cain. Sin Dientes de Sable y sin Sapo, eran 5 contra 2, y el resultado estaba claro.
Mientras Bestia sujetaba a Lobezno, Kurt lo agarró, teleportándolo alto, y la caída le dejó inconsciente. Fue entonces cuando Magneto levantó las manos, rindiéndose. Con una sonrisa, les dijo:
-Lo habéis hecho muy bien. Os ha costado menos de lo que pensaba derrotar a mi hermandad, así que os entrego los documentos. Yo no los necesito para nada, la verdad. Será mejor que los leáis vosotros mismos. Entonces, descubriréis que me ha llevado a atacar Arma X.
Cíclope cogió la carpeta de manos de Magneto, mientras Jean rodeaba al líder terrorista con un muro telequinético.
- Esto... ¡No puedo creerlo! ¡Xavier y Furia son incapaces de hacer esto!
La continuación: El mes que viene! (En realidad, mañana)
* Juggernaut no es un mutante, ¿no? Sus poderes se los dio la joya Cyttorak esa. Corregidme si me equivoco