Como soy muy malo, paralizo la trama de Latveria
Capítulo XII: Espera en Wakanda
Wakanda.
El Capitán América, Castle y Cable salieron de un jet y anduvieron por el silencioso poblado. A lo lejos se veía la montaña de vibranium.
Una figura envuelta en una capa negra saltó con gran agilidad y cayó al suelo delante de los héroes.
-Un equipo un tanto extraño-comentó T’challa.
-T’challa, te habrás enterado del ataque a Madripur-dijo Steve.
-Sí.
T’challa señaló una enorme televisión de plasma situada a un lado del poblado.
-Ahora mismo estaba viendo el ataque a Symkaria.
En la televisión se veía el rostro de Marta Plateada, iluminado de cuando en cuando por los flashes de las cámaras de los reporteros.
-¿Han atacado ya?-preguntó Castle sin aparente entusiasmo.
-Sí. Sólo escribieron “Latveria”, nada más.
-Latveria…-dijo Steve pensativo.
New York.
-Un día duro, ¿no, tigre?-dijo Mary Jane cuando su marido entró por la ventana.
-Sí. Me ha tocado enfrentarme contra Electro, después he llevado las fotos al Bugle y después he tenido que volver a hacer de Spiderman para detener a unos miembros de HYDRA…
-¿HYDRA?
-Sí. Extraño. Hacía tiempo que no atacaban… Y antes de enfrentarme a Electro atacaron la Torre de los Vengadores, ya te lo dije.
-Sí, es verdad… ¿Qué está pasando, Peter? May está asustada.
-Ojalá lo supiera, MJ.
-…creemos que se trata del mismo individuo que atacó Madripur-dijo la voz de Marta Plateada por la televisión-. Ahora viajaremos a Latveria en busca de posibles pistas sobre su identidad, que pueden…
Edificio Baxter, New York.
-¿Ninguna pista?-preguntó Sue cuando Johnny entró por la ventana.
-No. Reed cogió la nave por algún motivo, y después…
-¿Y no nos avisó?-dijo Ben, que acababa de salir de un ascensor. Él y Johnny habían estado investigando.
Sue miró por la ventana, como si así esperara encontrar a Reed.
Wakanda.
-Acabo de dar nuevas órdenes a mis hombres-dijo T’challa-. Cable, ¿alguna novedad?
Cable continuaba haciendo un sondeo psíquico en busca de supervillanos. Negó con la cabeza. Los minutos pasaron.
-¡Socorro!-gritó de pronto Cable.
Todos le miraron. No le conocían muy bien, pero no parecía propio de él. La única alternativa era… que hubiera detectado muchas mentes y pensamientos intensos cerca que repitiesen la palabra “socorro”…