Muchs gracias guapa
Y vosotros teneis un nuevo capitulo, jejeje
X-MEN 5
Capítulo 41En el X-Jet, cinco pares de ojos se asomaron por la luna delantera de la cabina de mando justo cuando Genosha se perfiló en el horizonte.
JUBILO: Es más grande de lo que pensaba.
BOBBY: Son más de quince millones de mutantes.
PICARA: Que morirán si no llegamos a tiempo.
KITTY: ¿A cuanto están los Centinelas?
PICARA: La cabeza del convoy está a unos diez minutos por detrás de nosotros. Es decir, tenemos menos de ese tiempo para advertir a una nación entera.
Bobby preparó el avión para aterrizar. En Genosha había muchos edificios con helipuertos donde poder aterrizar, y con el sistema de aterrizaje vertical del X-Jet no le hacía falta ninguna pista de aterrizaje. Pero también sabía que los X-Men no eran bienvenidos en Genosha, y que si querían no llamar la atención debían aterrizar a las afueras de la ciudad. Pero hoy si querían llamar la a tención, hoy querían que todo el mundo que anduviese por la calle se detuviese a mirarlos, que todas las cámaras los enfocaran, que todos y cada uno de los habitantes de Genosha supieran que estaban allí y lo que se les venía encima.
Así que después de sondear la zona durante un minuto decidió aterrizar en un edificio que no era demasiado alto y que se alejaba un poco del centro, pero que era visible para todos.
Coloso fue el primero en salir de la nave. Se convirtió en acero y corrió hacia la cornisa dejándose caer a la calle, flexionó las piernas antes de caer al suelo, y si hubo dolor él no lo sintió, más bien el asfalto se resintió, porque al caer dejó un socavón de más de un metro.
El impacto fue fuerte, como si un camión hubiera caído desde el cielo, y la gente se paró a mirar. Eso era lo que quería.
COLOSO: Centinelas. Vienen muchos centinelas.
La gente lo miraba, primero asustados, luego mofándose de él. ¿De qué hablaba aquel chico? ¿A caso estaba loco? Y seguían con prisa por la calle, sin pararse a oír sus palabras.
Él, viendo esto incrustó su puño de acero en el capó de un coche.
PICARA: Coloso, cariño, ¿Y si demuestras un poco de sentido común y desistes?
Picara había bajó junto a Bobby en su tobogán de hielo, mientras que Kitty había cogido a Júbilo y ambas se habían lanzado, hundiéndose el asfalto un segundo y volviendo a emerger después.
KITTY: Puede que eso no sirva. Pero mirad allí.
Todos siguieron con la mirada el recorrido que hacía el dedo índice de Kitty hasta ver en un alto edificio un gran cartel que anunciaba la televisión nacional de Genosha.
JUBILO: Genial. Saldremos por la tele.
Los cinco se encaminaron hacia el edificio, abriéndose paso a codazos entre la multitud, que les gritaba o les amenazaba con bolas de fuego o puños que se convertían en roca.
Llegaron al edificio saltándose la seguridad, que los persiguió por los pasillos de la cadena. Buscaban un plató, algo que fuera en directo para que todos lo vieran, para que todas las pantallas de la calle al estilo Nueva York que había alertaran del peligro inminente que se les avecinaba.
Júbilo fue la primera en verlo. Un gran plató de televisión, donde un hombre con cuatro brazos daba las últimas noticias sobre el tiempo en una pantalla digital en la que se veía Genosha y sobre ella muchos soles y algunas brumas mañaneras.
JUBILO: ¡Allí!
Pícara fue la primera en reaccionar con un desparpajo inusual. Se metió en pantalla frente a la mirada del presentador atónita y la de los cámaras que miraron a su realizador preguntando si debían cortar la emisión. Pero un Coloso aún convertido en hacer orgánico los miró con unos ojos fríos y les habló con su fuerte acento ruso.
COLOSO: Siga grabando.
Pícara miró a la cámara, tomó aire y lo soltó.
PICARA: Malas noticias. Un convoy de Centinelas se dirige a Genosha, estarán aquí en menos de cinco minutos. Es poco tiempo para huir, por eso, uníos a nosotros y luchad.