Gracias chicos, soys los mejores

Bueno, hoy, como cada día, una nueva entrega de vuestros mutantes favoritos
X-MEN 5
Capitulo 13Magneto se reunió con los Acólitos de Fabián Cortez (Nance, Delgado, Anne Marie Cortez, y Cromo) y su Hermandad de Mutantes (Bruja Escarlata, Mercurio, Sapo, Avalancha, Dientes de Sable, Mole y Pyros).
Nada más entrar en la sala, Magneto notó que faltaba alguien.
MAGNETO: ¿Dónde esta Polaris?
CORTEZ: No estaba en sus dependencias, Señor. Ya he enviado a la guardia a buscarla a la ciudad.
BRUJA ESCARLATA: Ya te dije, padre, que no era bueno fiarse de ella.
MAGNETO: ¡Cállate Wanda, hablas de tu hermana!
MERCURIO: (defendiendo a Wanda) Padre, Wanda tiene razón, ella ha sido hasta ahora un X-Men, y además, nos ocultaste su existencia hasta hace sólo unos meses. No pretendas que sea una Maximoff.
MAGNETO: (pega a Mercurio en la cara, haciendo que caiga al suelo, Wanda va en su ayuda) Cobarde, porque te criaras con esa familia no significa que tu sí seas un Maximoff, ni siquiera un Lensher. Tu eres un mutante, hijo de la Hermandad, y serás tratado como los demás, sin ningún tipo de favoritismos.
CORTEZ: Tal vez haya vuelto con los X-Men.
PYROS: Iremos a buscarla.
MAGNETO: Dejadla (se sienta en su sillón). Estoy arto de que mis vástagos se revelen contra mí. (Mira a Pietro y a Wanda) El que quiera abandonar que lo haga, pero que cuando mi reino alcance la victoria no se arrastren ante mí llorando lágrimas de sangre, porque ni por esas los perdonaré.
De las sombras sale una figura enérgica que habla directamente a Magneto.
REY NEGRO: Eres orgulloso Magneto, pero también fuerte e inquebrantable.
Los Acólitos y la Hermandad se ponen en guardia, sobre todo después de ver que tras de él aparecen la Reina Negra y la Reina Blanca, Selene y Emma Frost, y unos cuantos soldados del Club Fuego Infernal. Magneto ni se inmuta.
MAGNETO: Sebastian Shaw. Señorita Frost (la saluda con la cabeza). ¿A qué debo este dudoso placer?
SHAW: Como sabrás, hace tiempo que estoy en contacto con un mutante, un mutante que me ha demostrado ser el más poderoso que haya visto jamás. Tiene planes de futuro, para todos nosotros, pero sobre todo para aquellos que se unan a su causa y le demuestren que no son débiles.
MAGNETO: Sí, he oído hablar de él. Aquel que se hace llamar Apocalipsis.
SHAW: El amo del Apocalipsis solicita tu ayuda en su camino hacia la gloria. Si así es, cuando la guerra termine te permitirá mantener tu apestosa ciudad de morlocks.
MAGNETO: (piensa durante un momento) Primero he de saber que es lo que quiere tu señor.
SHAW: Mi señor te pide un mutante. Uno sobre el que recaiga toda tu confianza, para convertirlo en su cuarto y último jinete, Guerra.
MAGNETO: (sonríe pensando) Un mutante de mi más allegada confianza. ¿Qué pensaría tu señor si le entrego a uno de mis propios hijos?
SHAW: Eso le haría saber que de verdad apoyáis su proyecto, porque si las cosas no resultan como el había planeado, la rata que le traicione será la primera en morir.
MAGNETO: Le daré a tu señor a mi… leal y querida hija Polaris. Ahora mismo no está aquí porque la he mandado a una de mis importantes misiones (sonríe maliciosamente).
MERCURIO: ¡Pero, padre, dijiste que Lorna…!
MAGENTO: Disculpa a mi hijo Pietro, son los celos de saber que no es el elegido.
SHAW: Bien. La más importante misión de los nuevos jinetes es la de matar al vástago no-nato que ocultan en el seno de los X-men.
MAGENTO: El niño de Fénix. ¿Qué tiene que tanto teme?
SAHW: Según la profecía será el destructor de mi señor. Y ahí radica la misión que a ti te encomiendo. En tu ciudad, con los morlocks, se esconde una mujer a la que llama Destino y con la cual mi señor quiere hablar.
MAGNETO: Conocí hace tiempo a esa mujer. ¿Cómo es que él sabe donde está?
Sebastian Shaw sonríe y se da media vuelta, seguido de las dos reinas.
Magneto mira al infinito pensativo.
MAGNETO: Mística…
Shaw sale del edificio con paso ligero y mira a Emma.
SHAW: ¿Qué ves Reina Blanca?
EMMA FROST: Sólo le interesa estar informado de nuestros planes. No piensa apoyar el proyecto de Apocalipsis.
SHAW: Excelente. (Ríe)
Capitulo 14Bolivar Trask no cabía en sí del gozo que tenía. No podía creer que aquello fuera lo único que Charles Xavier pudiera mandar para aplacar su campaña anti-mutante de los últimos meses. Hank MacCoy no era lo que pudiera considerarse lo más humano a algo que hubiera visto antes, con su pelaje azul y sus casi dos metros, esas garras y su furia que lo hacían llamarse Bestia, se convertía en un blanco fácil para sus críticas, pues lo que la gente buscaba saber en verdad es si los mutantes podían convivir pacíficamente y en igualdad de condiciones con los humanos. Desde luego, Hank había observado eso, y había decidido que el cuidar lo máximo su aspecto era fundamental para esa conciliación, y se había convertido en lo que Bolivar creía un osito de peluche.
A pesar de todo, Trask no pudo disimular una mueca, conocía a Henry, sabía que era un excelente orador, que podía meterse a la gente en el bolsillo con una sola palabra. Ambos habían trabajo juntos en el gabinete del Presidente, y no era para nadie desconocida su intensa enemistad.
Miro a la mujer que lo acompañaba. Meses antes Jean Grey le hubiera deleitado la vista, pero tras ver el video de lo ocurrido en Alcatraz, extendió la mano hacia ella temblorosa y una gota de sudor fría recorrió su espalda.
Forzó una sonrisa para ambos y se sentó en la mesa de debates, a la espera de que las maquilladoras terminaran de quitarle algunos brillos de la cara.
Bastión apareció detrás de él “Genial –pensó- la discreción a los cuatro vientos”
TRASK: ¿Qué demonios haces aquí?
BASTIÓN: La primera fase del proyecto Centinela ha terminado, era la única que nos ataba, ya no hay nada que temer, podemos vernos en público.
TRASK: ¿Y qué me dices de Tolerancia Zero?
BASTIÓN: ¿Tienes miedo de perder tu puesto de honor? ¿Sabes que cuando termine la Operación no tendrán más remedio que echar a tu Presidente? ¿Y en quien se fijaran? En ti, el libertador de la amenaza mutante.
Trask se regocijó un segundo en la visión de él sentado en el sillón presidencial del Despacho Oval.
BASTIÓN: ¡Pero qué demonios! ¿Y estos son los temidos X-Men? (mirando a Hank y a Jean) ¿Un político parlanchín velludo y una embarazada en cuya última intervención acabó por los suelos? (ríe)
TRASK: Ese velludo azul es el que ha hecho que nuestro proyecto se retrase cinco meses, y esa mujer… ¿viste lo que paso en Alcatraz?
BASTION: Sí.
TRASK: Lo hizo ella.
BASTIÓN: ¿Bromeas? ¿Cómo la dejan acaso salir de la Mansión? Debería estar con una camisa de fuerza, esa mujer está loca.
TRASK: No hay camisa de fuerza en este mundo que pueda detenerla.
REALIZADOR: ¡En el aire en 2 minutos!
Bastión se apartó y se puso en un segundo plano, detrás de las cámaras.
Jean no pudo obviar sus movimientos.
JEAN: Hank, ¿quién era ese hombre que hablaba con Trask?
BESTIA: Su cara me es familiar, lo he visto alguna vez con Trask, pero nunca me lo presentaron, creo que tiene que ver con el proyecto Centinela.
REALIZADOR: Estamos dentro en tres, dos, uno…