Desde mi punto de vista ha sido una metedura de pata gorda de la escritora. Puede que el tío fuera un impresentable y que propagara su odio homofóbico por todo el país, pero siendo una persona pública que trabajas para una gran empresa debes contener un poco tus "arrebatos públicos" en redes sociales.
Al final corres el riesgo de que te cancelen como ha sido el caso. Y si se queda solo en eso es una simple anécdota y no pasa nada. Pero hay que tener cuidado con las repercusiones, como hemos visto en otros casos.
