Secret Wars y La Caída de Chaqueta Amarilla son las dos mierdas más GRANDES que ha escrito Shooter que en su haber tiene obras notables.
Pues yo creo que en Secret Wars, a nivel de planteamiento de la serie y para el objetivo que buscaba, Shooter hizo uno de los mejores trabajos de su vida. No me extraña que vendiera como churros y que aún permanezca en el recuerdo de los aficionados.
Dado que Mattel quería comercializar sus muñecos imitando la presentación y premisas de otras líneas ya existentes como Super Powers o, sobre todo, Masters del Universo (también de Mattel), tenía que imaginarse un escenario donde un grupo amplio de superhéroes haría frente a otro grupo aliado de supervillanos (siendo todos estos personajes lanzados en sucesivas oleadas), donde se empleen vehículos, bases secretas, artefactos y un porrón de gadgets, en un "campo de batalla" sencillo donde pueda justificarse que no hayan transeúntes, policías, soldados, etc.
¿Solución? Los héroes y los villanos son abducidos por un alienígena a un Mundo de Batalla donde tendrán que pelear. Hasta ahí nada del otro jueves, se habían visto mil veces cosas así en la DC Pre-Crisis, por ejemplo. Sin embargo,
en el número de presentación introduce algunas subtramas que tuvieron a la chavalería de la época intrigada hasta el extremo (en mi colegio no se habló de otra cosa durante semanas): un ser cósmico poderosísimo como Galactus es incluido entre el grupo de supervillanos como si fuera un vulgar robaperas; Magneto, sin embargo, es incluido entre los héroes (lo que está muy bien pensado para causar fricciones entre ellos); y lo principal de todo es que el alien que los ha secuestrado aparenta ser omnipotente, muy superior incluso a Galactus (algo que no se había visto nunca hasta ese momento).
En resumen: juntar a todos estos héroes y villanos en una sola serie de premisa sencilla está muy bien, puede atraer nuevos lectores que sean compradores de la línea de juguetes. Pero Shooter va más allá e introduce algunas subtramas (es cierto que forzando un tanto la personalidad de algunos personajes) que
debieron hacer explotar la cabeza a muchos chavales DE LA ÉPOCA (esa es la clave, en esa época el 85% de lectores/compradores éramos chavalillos de 10 a 16 años, no como ahora que tenemos 3 décadas más y este tipo de cosas no nos dice nada).