Martes 14/02/2023
Lectura 5: Biblioteca Marvel. Los 4 Fantásticos 2 1962-63
Si al final del primer recopilatorio nos eran presentados dos personajes indispensables de la historia de Marvel como son Namor y el Doctor Muerte, el presente tomo se inicia con la primera alianza entre ambos. Más que alianza, una artimaña de Muerte en la que cae el atlante, pero lo importante es que estamos ya ante un guion con cierto grado de complejidad en el que creo que es el mejor episodio de estos dos primeros tomos.
Los demás números siguen consistiendo, igual que todos los anteriores, en episodios autoconclusivos. Los arcos de dos números o más todavía tardarían un poquito más.
Episodios interesantes todos ellos, en los que no faltan presentaciones o circunstancias que dejarán huella en el futuro inmediato de la colección. Pero en los que tampoco faltan situaciones bastante ingenuas o disparatadas, como ese Namor convertido a magnate de la industria del cine. O un villano como el Amo de Marionetas, cuyos poderes son pueriles a más no poder.
La presentación del Amo de Marionetas no deja de ser importante por ser uno de los villanos clásicos del cuarteto, pero, sobre todo, porque trae consigo la entrada de un personaje secundario que pasa a ser fijo: Alicia Masters. La novia ciega de la Cosa hace del contrapeso necesario para evitar que el personaje se encierre en su calvario. Dicho de otro modo, Alicia es algo por lo que Ben Grimm puede sentirse afortunado en contraste a su dramática realidad monstruosa.
Otro personaje que hace su presentación aquí es el Hombre Imposible. Uno de los actores más extraños de la Marvel clásica, ni héroe, ni villano, ni nada que se le parezca, el Hombre Imposible se convertirá en un habitual vehículo para el humor en futuras intervenciones.
Mucho menos relevante es la amenaza de Kurrgo, el amo del Planeta X, mientras que, en el otro extremo, el Doctor Muerte se confirma como el archienemigo del cuarteto.
En el tercer conflicto perpetrado por Muerte, Stan Lee usa por primera vez uno de sus recursos de guion favoritos, el de la suplantación de personalidades. O el intercambio de cuerpos, o de mentes, o de atributos, dependiendo del caso. Un recurso que luego seguirían usando algunos de los discípulos de The Man.
Los guiones de Stan Lee no difieren demasiado de los del primer tomo. Están algo más elaborados, pero siguen siendo hijos de esa época, por lo que es absurdo evaluarlos desde una perspectiva actual. No faltan algunos diálogos y comentarios que de ninguna forma pasarían el filtro ético actual, especialmente en lo relativo al papel que juega el componente femenino cuarteto, muy propios de la sociedad machista de entonces.
De todas formas, pese a que Sue es quien se ocupa de sus labores y recibe con agrado comentarios que la relegan a poco más que un frágil elemento decorativo, también muestra signos de madurez y personalidad. Una vez más, de nada sirve si no nos situamos en el contexto de la época, pero lo cierto es que los flirteos amorosos con Namor no sólo parten del deseo del atlante, sino que la postura que toma Sue Storm evidencia su atracción por el príncipe submarino, hasta el punto de defenderlo frente a sus compañeros de grupo. No creo que fuera muy habitual, en los cómics de la época, mostrar a una mujer con pareja formal planteándose una relación con un tercero.
Tampoco el dibujo de Jack Kirby muestra todavía demasiado avance respecto al primer tomo.
La Cosa es el personaje cuya apariencia irá sufriendo más cambios, pero, pese a que ya no estamos ante la masa amorfa de los primeros números, su figura apenas dibuja el conjunto de piedras que pronto le caracterizará.
La forma monstruosa de la Cosa, por cierto, está lejos de ser permanente en esta etapa. Y es que las transformaciones transitorias al Ben Grimm de carne y hueso son especialmente frecuentes en los números incluidos en el presente tomo. La verdad es que Stan Lee no se está de hacer sufrir al pobre Ben con falsas esperanzas.
El caso es que estamos todavía ante el Kirby primitivo, lo que no significa que no sea el auténtico, ni que su magia no haya aflorado ya. Kirby es, sin apenas dudas, el dibujante más importante e influyente de Marvel. De no ser por su capacidad imaginativa y narrativa Marvel nunca hubiera sido lo mismo, y estos cómics son un paso ineludible en la trayectoria del genial dibujante.