Comentaba, en otro momento y lugar, que el final de esta obra no me había convencido, en parte por previsible, en parte por caótica y en parte por ser un poco como el camarote de los hermanos Marx.
Pero no adelantemos acontecimientos.
La cosa es que se acaba la semana y habría que ir acelerando esto.
He leído
Helboy: Wake the devilAviso navegantes: Comentario no lineal, plagado de subordinadas y, a ratos, un tanto incoherente, así que puede haber spoilers de la lectura en cualquier momento. Avisado estáis. Arrancamos con un allanamiento a una fortaleza secreta de la WW2 mediante el sofisticado sistema de pegarle una pedrada a la puerta de cristal de la entrada. Con semejante inicio, todo lo que venga a continuación solo puede ir cuesta abajo.
Un tal
Elon Musk Zinco, un multimillonario cuya principal fuente de ingresos parecen ser máquinas que no funcionan, tras ser contactado por el fantasma de Rasputín, vuela a Noruega para encontrarse con 3 viejos conocidos nuestros (vamos, que salen en el primer tomo), los científicos nazis del proyecto Ragnarok: Karl Kroenen, Ilsa Haupstein and Leopold Kurtz, y poner sus vastos recursos a su servicio.
Un año después la acción se desarrolla en un museo de cera donde encontramos cositas como una efigie de Vlad Tepes delante de un cuadro donde se muestras sus empalamientos en Târgoviște y sus bosque de empalados (casualmente esta semana he leído el Drácula de Bess, escuchado el podcast de Mochila al pasado sobre Vlad Tepes y el poscast del Descampao sobre las drogas en la guerra en el que , aún no sé cómo ha ocurrido, también ha acabado hablando de Vlad Tepes). Allí Ilsa mata a su curador, y se hace con una vasija con los restos de un tal Vladimir Giurescu, que entre otras cosas, fue amante de Ilsa
La acción se desplaza al HQ de B.P.R.D. donde se informa a todos sus agentes del robo del museo, ya que parece ser que el tal Vladimir Giurescu es una especie de vampiro, y que puede ser regenerado en una noche de luna llena si es llevado a una cámara de su castillo. Castillo que B.P.R.D no sabe dónde está, aunque tiene tres posibles opciones con lo que decide hacer 3 equipos, con los 6 agentes de campo que tiene, para revisarlos.
6 agentes de los cuales conocemos a 3 (Hellboy, Abe y Liz), y de los otros 3 agentes no sabemos nada. Y como no podía ser de otra manera, ¡Oh, sorpresa!, esos tres agentes tienen un final trágico, dos muertos y otro carbonizado. Bueno, también está Kate, pero como a esta la conocemos, con la excusa de no ser agente de campo, se queda en el cuartel general y se salva.
La cuestión es que los nazis quieren cada uno al vampiro por diferentes motivos: Ilsa para calentarle la cama, Leopold para hacer un ejército de vampiros y Karl no lo quiere para nada.
Esto llevará, inevitablmente a un enfrentameitno entre ellos. Ilsa, que es la más leal a Rasputín, acabará convertida en una Iron Maiden reptiliana, Leopold acabará destripado, y Karl resucitando a su viejo camarada, el profesor r Herman von Klempt. Pero ya llegaremos a ello.
En la búsqueda del vampiro, como no podía ser de otra manera, Hellboy cae de lleno, de manera literal, en el castillo correcto, mientras que los otros equipos, aparte de ser carne de cañón, pues no hacen mucho más.
Hellboy, en su línea, cae en llamas atravesando un tejado, se pega con un cyborg, y destroza el suelo para caer en una mazmorra. Allí se encuentra con un medio-zombie que resulta ser el padre de Vladimir Giurescu, que le enseña dónde descansaban las novias de
Drácula Giurescu, y la habitación donde se va a producir la resurrección e su hijo, mientras trata de apuñalarle. Al entrar en la estancia, la encuentras llena de Lamias, y al intentar acabar con ellas con su pistola marca
ACME Zinco, esta explota, como el propulsor del primer número, y acaba liándose a espadazos con ellas. Con ellas y con el renacido Giurescu, que intenta escapar volando, pero Hellboy lo derriba y, casualidades de la vida, acaba cayendo en un pozo donde lo rescata su madre, Hecate.
Hecate es la diosa griega de la magia, y en la mitología de Hellboy, creo que es la diosa de la brujas, y que volveremos a saber de ella, peros e ve que para enterarnos de algo, deberíamos leer
Darkness Calls de la serie de Edward Grey.
¡Ah, se me olvidaba! En medio de todo lo anterior, han aparecido fugazmente los extraterrestres de la primera miniserie, en su nave fractal.
Mientras vemos como Rasputín convence a Ilsa para meterse en una Iron Maiden que les manda Baba Yaga, mediante su sirviente Koku, para renacer bajo el poder del caos del dragon. Muy esotérico todo. Una Iron Maiden que pertenecía a la condesa húngara Erzsébet Báthory de Ecsed, descendiente de Vlad Tepes y considerada la asesina en serie más grande de la historia: Jack el destripador (5 victimas) un aprendiz a su lado, el hijo de Sam (6) un mindundi, Jeffrey Dahmer(17) un flojo, Gilles de Rais (115) un querer y no poder. Todos ellos palidecen ante las 650 jóvenes que asesinó la condesa para bañarse en su sangre y conservarse eternamente joven.
Y hablando de brujas, Baba Yaga. A los lectores de Fábulas les sonara que ya hablamos de ella en su momento. La bruja de la mitología eslava que vive en una casa con patas de gallina, que tiene una pierna normal y otra de hueso y que vuela dentro de una especie de mortero .En esta serie, aparentemente ya se ha encontrado con Hellboy, que le ha hecho perder un ojo.
Y de la mitología eslava a la escandinava, porque sí, porque si ya teníamos a Hécate de la griega y a Baba yaga de la eslava, por qué no meter a Yggdrasil, el árbol de la vida cuyas raíces mantienen unidos los 9 reinos, solo que esta vez en vez de tener a sus pies a Heimdall para protegerlo de los ataques del dragón Níðhöggr, sirve de escondite para media alma de Rasputín, que es lo que le permite no morir del todo.
¿Y quién nos queda vivo a estas alturas de la historia por la zona del antiguo castillo de Giurescu?. Hellboy, Ilsa y el propio Giurescu. Hellboy ha quedado fuera de combate tras destruir a Hécate y hacer explotar el castillo de Giurescu, siendo capturado y atado a un poste hacia el que carga un rejuvenecido Giurescu. Y en una escena visualmente impactante, pero ridícula al resto de los niveles, Hellboy le pega tal estacazo a la cabeza del caballo con el poste al que estaba atado, que hace que la carne tanto del jinete como de la montura se desintegre, quedando únicamente sus huesos. ¿Hemos comentado ya que Ilsa estaba colada hasta los huesos (
pun intended) por el conde? Pues no se toma esto a bien, y trasformada en una serpiente gigantesca devora a Hellboy. En su interior, Hellboy se encuentras a una especie de triple diosa (doncella-madre-anciana), si no fuera de ellas es Baba Yaga, y doncella, lo que se dice doncella, ninguna de las otras dos tiene pinta de serlo. A lo que vamos, Hellboy se revela contra su destino de ser aquel que traiga la destrucción a la tierra a través de su mano derecha, se arranca los cuernos y, no sabemos muy bien cómo, aparece en medio de un bosque , sin rastro alguno de Ilsa.
Y en ese momento, de coche escoba, llega Kate, ahora que ya no quedan malos vivos y ya no se pude morir, para poner el momento final de colegueo, porque no había quedado nadie vivo alrededor de Hellboy, y no se iba a comer el pollo con paprika él solo.
Como colofón final, no podíamos acabar la obra con Rasputín vivo. Porque aquí también muere. Ha salido 2 veces en esta colección y ha muerto las 2 veces. Como antagonista, estoy empezando a verlo un tanto justito. Porque ya no es que muera. Es cómo muere aquí. Sus acólitos se pelean entre ellos, reviven a otro científico loco más, este fan de Futurama, Rasputín se enfada, deja ciego Zinco, que al no ver, va apoyarse, oh casualidades de la vida, en el botón de auto destrucción de la base secreta y la cascan todos. Pero como hemos dicho, parte del alma de Rasputín está bajo Yggdrasil, así que seguramente volveremos a saber de él en próximas aventuras. Bueno lo de que no podíamos acabar así, lo cierto es que originariamente acababa sin este epílogo, que se añadió en el TPB; los lectores de las grapas originales se quedaron con la incógnita de qué pasaría con Rasputín.
Dice Mignola en el epilogo del TPB (en mi tomo no se han atrevido a ponerlo: “When I began drawing issue one, the plot was differet. (…) It was ok, and probably would have worked just fine, except when I got to issue four (…) Suddenly my ending was too small. With the help of my wonderful editor (who is constantly saving me from myself), I replotted the more cosmic ending .” Vamos que, como bien se nota al leer esta historia, entre lo que nos cuenta al principio y lo que acaba siendo el final, hay un volantazo a mitad de serie y todos los de los nazis reviviendo la cabeza y peleándose entre ellos es un pegote que no tiene sentido ninguno y que podría eliminarse sin afectar lo más mínimo al resto de la historia.
Y que conste que me lo he pasado bien con las historia y el dibujo tiene algunas escenas brutales, pero el cambio de criterio a mitad de serie me ha descolocado, y entre la narrativa confusa, la cantidad de referencias que va metiendo, que intuyo que serán útiles, o no, en un futuro, y la bochornosa escena final, me he quedado con una sensación agridulce con esta lectura. Prometía más de lo que me ha dado.