No te has dado cuente, Manole.

En realidad es probable que no hayas llegado al cómic en el que está incluida la explicación (ahora no recuerdo el número, lo lamento, pero seguro que no fue tan pronto en la etapa de Ewing).
El castellano es un idioma maravilloso que le aplica el género a la mayoría de los componentes de sus estructuras gramaticales, una de las razones por las que resulta tan tan tan difícil que un extranjero concuerde siempre bien. Nosotros lo tenemos naturalizado, y sólo en ocasiones muy puntuales surgen problemas de género (las armas, pero el arma, por ejemplo).
Yo no veo extraño el uso que se hace en los textos de la serie actual de Thor. Lo veo distinto, y bien adaptado, sabiendo lo problemático que es el tema. Desde que surgió el conflicto, no he visto ningún debate morfológico o académico al respecto, pero sí mucha pasión y mucha reacción; lo cual no es malo, ojo, porque cada uno tiene su forma de interpretar el mundo y vuelca sus emociones hacia el lado que le dice la parte del cerebro que se dedica a gestionarlas.
Cuando se da clase de Lengua y Literatura, se enseñan las normas y los usos de cada momento. Los que hay ahora no son los mismos que había cuando (por ejemplo) yo cursaba 2º de EGB, hace 50 años, y no me rebelo contra los cambios del sistema, los asumo como naturales. Se usan como referencia las indicaciones de la RAE, y cada profesor establecerá dónde pone el límite a su uso y lo que considera adecuado o no; si un alumno de Bachillerato hace un poema sobre dos amantes no binarios, por ejemplo, el profesor erraría al corregirle el uso no normativo del castellano.