Día 211: The Amazing Spider-Man vol. 1 #161. 13 de julio de 1976
Banda sonora: en este tebeo, se da cita el recurrente malentendido entre dos héroes que creen que el otro es malo pero al final son los dos buenos: escuchemos I'd rather believe in you de Cher para que los supers hablen primero y peguen después:
https://www.youtube.com/watch?v=puYUjQQA598
Créditos: Len Wein (guion); Ross Andru (dibujo); Mike Esposito (entintado); Irving Watanabe (rotulación); Glynis Oliver (color).
Portada de Gil Kane, John Romita y Danny Crespi.
Todo comienza en una rutinaria pero divertida sesión en la Sala de Peligro. ¡Un momento! Pero si está es la colección del trepamuros. Pues paciencia. De momento solo sale en la prensa y Rondador parece muy interesado en el periódico que lee. Lobezno se lo rompe y se cabrea.
Hay una pista falsa aquí: el lector piensa que Kurt está absorto en la noticia de Spiderman, pero en realidad su atención es para la noticia de la foto pequeña. Guardad este detalle que pronto se desvelará. De momento, me quedo con la cara de Trol de Lobezno tras su bromita. Estoy seguro de que Zorro Negro tiene que aprovechar ese careto para hacer algo con él
Solo Coloso evita que lleguen a las manos. En serio, Len Wein, que es 1976 ya y estos eran colegas. Pero bueno, él se quedaría en el GSXM #1, claro. Sea como sea, Kurt, airado, se larga en busca de lo que llamó la atención en la prensa, y eso le llevará a un parque de atracciones.
Y serendipíticamente, nos encontramos con que Peter Parker y MJ han ido precisamente al mismo lugar. El argumento está en que Kurt descubre que alguien ha estado matando a ex-compañeros suyos del circo, algunos de los cuáles están de visita por NY en el parque de atracciones. Vamos saltando de casualidad en casualidad unas cuantas veces en este cómic. Yo ya he vuelto a creer en los Reyes Magos después de esto.
En cuanto a la parejita Parker-Jane, solo quieren divertirse, pero alguien les apunta con un rifle de francotirador, mientras están en una montaña rusa. Parker, cagado de miedo de la experiencia -pese a balancearse todos los días por el skyline neoyorquino, paradójicamente-, se va con MJ a un puesto de perritos y, ahora sí, el tirador mata a otra víctima. En una nueva casualidad, Peter y Mary Jane se encuentran a Harry Osborn pululando por el lugar.
Rondador divisa al tirador, apostado en una azotea, y corre al lugar, solo para encontrar que el asesino ha huido dejando el rifle. Mientras Kurt envuelve el cuerpo del delito, Peter Parker se ha cambiado al traje de faena y, creyendo que el arma era de Rondador, y, por tanto, él es el asesino, le ataca.
Spiderman ha recibido las caricias de JJ Jameson en la edición del Bugle que Kurt leyó antes, donde se le tacha de asesino. El elfo piensa que tal vez viera en realidad a Spiderman disparando... un poco raro, pero el caso es que cada uno cree que el malo es el otro y pelean.
Es curioso que aquí Ross Andru muestre a Rondador arrancando un trozo de muro con la fuerza de su cola. Un poco exagerado ¿no? Rondador huye con el arma, pensando que Spiderman quiere quitarle la prueba incriminatoria del asesinato.
Spiderman le perseguirá haciendo funambulismo por una noria, con la policía decidiendo si disparar o no al enmascarado desde el suelo. Para sorpresa del amistoso vecino, Kurt se teleporta, haciendo que Parker se pregunte si el elfo era real o solo alguien que ha imaginado. Top ingenuidad hoy aquí ¿eh?
En medio de la refriega, Kurt ha perdido el rifle. Y se preocupa más aún al averiguar, espiando al trepamuros, más adelante, que este ha hecho fotos suyas colocando una cámara. Rondador no quiere perjudicar la reputación de la Patrulla-X, así que planea arrebatarle los negativos.
Saltamos, en su mayor parte, un par de páginas dedicadas a tramas de Spiderman que ahora no pueden reclamar nuestra atención, para encontrarnos con un tercer personaje: el Castigador. Está siguiendo el rastro de un hampón apodado Ojos de Serpiente para, precisamente, sacar información del tirador. El motivo: el francotirador se está haciendo pasar por él. Cuando Spiderman se deja caer por el Bugle, Robertson le cuenta que Castle era el principal sospechoso de las muertes antes de que el hombre araña se dejara ver en la escena del crimen.
Después de matarse a unos cuantos mafiosos, Castle saca a Ojos de Serpiente la información de que el francotirador debe andar cerca del nuevo teleférico de Roosevelt Island. Sin embargo, a quien encontrará allí será a Spiderman y a Rondador. ¡¡Otra increíble casualidad!!
Kurt ha seguido a Spiderman hasta ese lugar. Pues bien, tras otra lucha con puesta en escena bastante trapecista por la estructura del teleférico, Kurt logra quitarle el negativo a Parker para que no publique información que pueda comprometerle.
Pero en medio del rifirrafe, el teleférico se para de golpe, y de él emerge el mismo Castigador, con un rifle apuntando a los dos héroes. Cree que, efectivamente bien Rondador, bien Spiderman, es el impostor que intenta incriminarle. ¡Triple malentendido!! ¿No es genial?
Y con este cliffhanger (nunca mejor dicho) acaba esta entrega, que nos dirige al siguiente número de la colección del trepamuros, donde terminaremos la historia. Como valoración de este cómic, diré que aunque la historia en sí no está mal, la caracterización de Kurt se resiente. Len Wein vuelve a retratar a Rondador como un tipo un tanto siniestro, más bien arisco y reservado de carácter, que además vuelve a aullar como una especie de inquietante grito de combate. Es decir, el Rondador previo a su conversión en adorable peluchete azul.
Esto queda más raro aún teniendo en cuenta que Claremont y Cockrum ya habían cambiado muy aprisa su personalidad, y nos situamos ahora bien entrado el año 1976. Evidentemente, este Rondador más oscuro tenía que ser el todavía desconfiado Kurt inicial del circo. Casi que se me antoja que estas lecturas podrían haber tenido lugar antes de la misión de la Patrulla con Nefaria, esto es: antes de todas esas semanas de entrenamiento patrullense tras las que Logan y Kurt asientan una buena relación de colegueo.
Sea como sea, mañana estaremos aquí para ver el desenlace de esta peculiar historia. ¡Que decansen!