He leído
Superman de Alan MooreMuy contento con la lectura como podéis ver en
https://paranoiasecuencial.wordpress.com/2018/03/12/superman-de-alan-moore/Si queréis leer sólo la reseña u os da pereza:
Es innegable que una de las figuras que más han aportado al cómic en cuanto a profundidad, realismo y crudeza es la de Alan Moore. Nacido en Northampton (Inglaterra), su producción abarca innumerables títulos, entre los que destacan auténticas obras maestras como Watchmen, V de Vendetta o La Cosa del Pantano.
Pero también, otra cosa que le ha propiciado cierta fama es su voluble temperamento, tanto, que entre muchos aficionados al cómic, se le apoda cariñosamente como “cabreítos Moore”. Este mote viene a colación, ya que en 1986, cuando Paul Kupperberg le comentaba a Moore mientras que desayunaban que necesitaba encontrar un guionista adecuado para escribir la última historia del Superman clásico (Jerry Siegel, creador de Superman no podía por problemas de derechos), el bardo de Northampton le amenazó con matarle si no le elegía a él como escritor.
Moore ya había trabajado previamente con el personaje en dos historias autoconclusivas; en el Superman Annual #11 “Para el hombre que lo tiene todo” (Junio de 1985) y junto con La Cosa del Pantano, concretamente en DC Comics presents #85 “Los confines de la jungla” (Septiembre de 1985). Así, un año después, en septiembre de 1986, Alan Moore escribía la última historia del Hombre de Acero, titulada: “¿Qué fue del hombre del mañana?” en los números Superman #423 y Action Comics #583.
Superman siempre ha sido un personaje que no me ha llamado mucho la atención; lo veía en otras series de DC como secundario, pero no me animaba a indagar más allá. Hasta estas historias, sólo había leído su famoso Elseworld realizado por Mark Millar; Hijo Rojo. Una obra que me decepcionó mucho. Pero esta antología de historias me pareció muy apetecible por el simple hecho de estar firmadas por Alan Moore, además, no es necesario tener conocimientos profundos sobre el personaje (aunque, claro está, que si los posees, disfrutarás más de la historia).
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En orden cronológico, la primera historia es “Para el hombre que lo tiene todo”; un número autoconclusivo que nos muestra a Superman a merced de una flor espacial que le proyecta visiones de lo que para él, habría sido una vida idílica. Esto le mantiene en una especie de coma, del que tendrán que ayudarle a salir Wonder Woman, Batman y Robin (Jason Todd). La acción no es lo único de este tebeo ya que denuncia el fascismo, mientras que indaga en la psique de Superman. El artista es Dave Gibbons (Watchmen, Green Lantern), que, inevitablemente nos recordará a su trabajo en la serie del Doctor Manhattan y compañía, con esos rostros tan expresivos y su claridad típica.
En “Los confines de la jungla”, Superman se tambalea en la cuerda floja, a través de otro viaje psicológico a su propia mente. La Cosa del Pantano será el único obstáculo que podrá impedir su aparentemente inevitable muerte. El dibujo en este cargo corre a cargo de Rick Veitch (La Cosa del Pantano, Aquaman), que con sus característicos trazos aporta una atmósfera sucia y cruda a la historia.
Por último, la aportación fundamental de Moore en Superman; “¿Qué fue del hombre del mañana?”, donde todos los enemigos del héroe (Brainiac y Lex Luthor entre otros) aúnan fuerzas para matarle. Una historia que constantemente nos hace dudar de si realmente Superman morirá o no, y no podremos saberlo hasta el cierre. En mi opinión, un punto y final ideal para un héroe, que deja un sabor de boca muy dulce. En el apartado gráfico, tenemos a Curt Swan, el artista por antonomasia del Superman clásico, que aporta precisamente ese regusto clásico y limpio a la historia. El color quizá sea el aderezo moderno a su arte, que era lo que se pretendía lograr, y se logra, gracias al trabajo de Gene D’Angelo.
En definitiva, una antología de historias ciertamente suculenta, que merece la pena leer y disfrutar.