Leido Planetary #007 - "To be in England, in the summertime"
(Va por Vaerum, el más madrugador del club en iniciar su lectura semanal)
Antes decimos que la serie ha dejado atrás los números unitarios para entrar en harina, antes nos encontramos con otro número autoconclusivo, que al acabar de leerlo, sabemos exactamente lo mismo sobre el devenir de la trama. Y sin embargo, cómo me gusta este tipo de números.
Bienvenidos al homenaje de Warren Ellis a sus compatriotas ingleses que abrieron camino en el mainstream americano, concretamente en el extinto sello Vértigo de DC (bueno, no es así exactamente, ya que el sello apareció cuando varias de estas series ya habían empezado, pero ya me entendéis, al final acabaron todas ellas bajo este sello).
Y para empezar, una vieja conocida del primer número, la botella de soda marca Whak, que dudo mucho que The Drummer la haya pillado al vuelo de espaldas. De hecho en la siguiente escena, me lo esperaba con una venda en la cabeza.
Nos vamos al entierro de un mago inglés, fumador empedernido, un cabronazo con todas las letras, ligón, que lleva gabardina y corbata y cuyas iniciales son JC, y no , no es John Constantine. Bueno sí que lo es, porque por tener, tenemos hasta la típica escena con Constatine en primer plano, con la cabeza inclinada encendiendo un pitillo mientras te mira fijamente; pero en este caso se llama Jack Carter.
Metiéndome en el terreno de Malkav, Jack Carter es el nombre del protagonista de las novelas negras de Ted Lewis, uno de las primeras espadas de la novela negra británica, cuyo primer libro de la saga "Carter" ha sido adaptado al cine en 3 ocasiones, la primera de ellas en 1971 encarnado por Michael Caine (asesino implacable). Lo cual no deja de ser una posible coincidencia, aunque que el arma que lleve el Jack Carter de las novelas y películas sea una escopeta al igual que en el cómic da la sensación de que el homenaje, a parte de por coincidir las letras del nombre con Constantine, es buscado.
Grande esa splash page del título, con un encuadre holandés de esos que a Malkav tan poco le gustan, pero a mi esta escena me parece muy potente, y los ojos se me fueron directamente al arco, a ver si había un "Abandonad toda esperanza, quienes aquí entráis", pero no.
Para variar, una referencia a Jenny Sparks, nuestra Century Baby favorita de The Authority, mencionando hechos que se muestran en el StormWatch de Ellis que Omni acaba de agenciarse.
Y camino de la tumba, nos encontramos a dos personas, sentadas dando de comer a las palomas, él con una gabardina negra y pelo alborotado y ella con camiseta negra de tirantes, piel pálida y un ank en el pecho, referencia al Sandman #008 de Gaiman (esta referencia estaba tirada para la vieja guardia del club de lectura).
Y llegamos al sepelio, cuyos concurrentes son prácticamente todos sosías de personajes vértigo de los 80's, entre otros:
- Orquídea negra
- Animal man y "el autor" (es decir, Morrison himshelf)
- Swamp Thing y Abigail Arcane
- esas coletas son de Dorothy Spinner de la Doom Patrol, aunque la carta del revés me desconcierta.
- Espectro
- Metal men
- Etrigan (Ennis)
- Shade el hombre cambiante
Y como bien dice Elijah, se ven todos un tanto ridículos con los ojos de hoy en día, aunque hay que pensar que desde la publicación de este cómic han pasado no ya 10 años sino 20, así que podría ser aplicable también a los personajes de esta serie.
Lo que está claro es que este funeral simboliza el final de una época y una manera de hacer comics que merece ser despedido con todos los honores por el gran impacto que tuvo en el medio.
¡Vaya diatriba que suelts ellos contra la ex primer ministro Margaret Thatcher en este número. Y con razón!. “Ella quería campos de concentración para las víctimas del SIDA, quería erradicar la homosexualidad incluso como un concepto abstracto, hizo que la gente pobre eligiera entre comer y seguir votando […] Inglaterra era un lugar que daba miedo. No es extraño que produjera una cultura que daba miedo”
¿A vosotros también os ha chocado ver a The Drummer con algo tan pasado de moda como una game boy?. A mi al menos me ha costado darme cuenta que era algo puesto en este número para parecer moderno frente a los personajes ochenteros que asisten al funeral, pero que ha perdido completamente el sentido leído a día de hoy.
Y volvemos a Constantine Carter en Greek Street de Londres, en una escena que podría pertenecer a un número cualquiera de Hellblazer. Cómo curiosidad, Milligan hizo una serie en vértigo en 2009 con el nombre de esta calle como título, actualizando los mitos griegos que apenas alcanzó los 16 números antes de ser cancelada.
Y llegamos al superhéroe cuyo origen no es tan bonito como fueron los de Shazam y demás héroes de la edad de oro, sino similar a los mostrados en el Zenit de Morrison y el Miracleman de Moore. Es decir, ya no es un héroe unidimensional puro como tradicionalmente lo había sido en el cómicbook usa, sino que llegó esta hornada de autores ingleses (Moore, Delano, Morrison, Gaiman,...) a revolucionar el género y convertirlos en personajes complejos y a veces oscuros. Y esto no gustó a todo el mundo.
Y Jack Carter, como su homónimo, cogió el fusil y se ventila al supertipo desequilibrado con un nuevo look basando en en Spider de Transmetropolitan del propio Ellis.
Aunque esto también podría interpretarse como la necesidad que tienen los personajes, o más bien las compañías que poseen los derechos de los personajes, de adaptarse a nuevos tiempos mediante un reboot, que en los 90s implicaba un cambio estético radical. Es un juicio de valor a la vigencia de la narrativa de estos cómics protagonizados por los personajes que hemos visto desfilar a lo largo del número
Portada: homenaje a las composiciones que Dave McKean hacia para Sandman. No hubiera sido justo que este autor no hubiera salido en este número, y qué mejor sitio que en la portada.