A mí me parece que lo bueno de todo esto es que haya salido a la luz. Lo de Ellis puede ser inmoral y no ilegal pero este tipo de comportamientos deberían acabarse. Es solo saliendo a la luz y amenazando la reputación de un autor como se puede evitar este tipo de cosas. Porque no hablamos de algo ocasional, hablamos de presuntamente más de 50 mujeres. Habrá que ver caso por caso, por supuesto.
Ahora, dicho eso, la justicia de Twitter es terrible. En Twitter ahora mismo, con el asunto Ellis, hay una absoluta Policía Moral, que básicamente:
-Exige adhesiones inquebrantables, de forma que cualquier matiz es visto como complicidad con Warren Ellis y eres mandado inmediatamente a las mazmorras con los trolls del comicgate.
-Se hacen paseillos por las cuentas de Twitter de artistas del cómic, editores y demás, exigiendo un pronunciamiento de inmediato sobre el asunto Ellis, so pena de ser tibios y cómplices de los crímenes de Ellis. La respuesta además tiene que llegar ipso facto o eres cómplice. Ya lo he visto mínimo con Bryan Hitch y Bleeding Cool.
-Registros y cacheos en usuarios normales que asoman la cabeza para decir algo, para comprobar si es que todavía siguen a Warren Ellis en Twitter y para que den una explicación de por qué le siguen, so pena de complicidad.
-Se están confeccionando listas negras de depredadores sexuales del cómic, sin que baste para ello más que que aparezca un twittero diciendo «ese también». Y he visto a gente decir «¿Ese también? pues nada, lo bloqueo ahora mismo». Y lo más fuerte, he visto a un autor aparecer en medio de la confección de la lista de fusilables preguntando que qué había hecho él, a lo que nadie ha contestado hasta el día de hoy.
Todo esto fue lo que me hizo quitarme de Twitter, aunque lo sigo leyendo de vez en cuando porque no deja de parecerme acojonante.