He leído el tomo de
Terry y los Piratas (1934-1936) - Entra Dragon Lady que comprende de las Sunday Pages o Páginas Dominicales de esos años.
Aquí comienza mi relectura de la obra de Milton Caniff ya que hace bastantes años la leí en la edición de Planeta aunque no llegué a completar la colección salvo los primeros tomos así que ahora será esta vez completa gracias a la edición a cargo de Dolmen. Inicialmente quería empezar desde el primer tomo con las tiras diarias que sacó la editorial hace unos meses, pero al final por temas azarosos el tomo que ha caído en mis manos ha sido el "segundo" que recoge tiras dominicales exclusivamente. La decisión de Dolmen de haber dividido los tres primeros años de tiras diarias y dominicales me parece muy acertada, que fue algo que también llegó a hacer Planeta pues los dos formatos se editaban historias que no tenían ninguna relación siendo al final como dos aventuras paralelas que sucedían
al mismo tiempo como si dos series distintas fueran a pesar de compartir los mismos personajes protagonistas y temas. Por otro lado también supongo que ha sido un tema de ahorro para que el primer volumen se editara totalmente en blanco y negro y este sea en color al 100%, aunque a partir del tercer volumen de Dolmen juntaran las tiras diarias y dominicales al converger una única línea argumental por lo que será una edición que esperemos que no encarezca el precio al ser puramente en "color".
Ya hablando del material del tomo en sí hay que aclarar que, por lo que se cuenta en la estupenda introducción de Rafael Marín, técnicamente las tiras aquí presentadas son las primeras que llegó a dibujar Caniff de la serie ya que por motivos de la imprenta del color de la época necesitaban tener ya preparadas las tiras dominicales con mucha más antelación que las diarias que se editan en blanco y negro. Sabiendo este dato es normal pensar que a Caniff estaría buscando su estilo en la realización de estas primeras tiras dominicales y que con el inicio de las diarias ya estaría algo más confiado. Eso sí, hay que aclarar que seguramente pasaría con las primeras dominicales pues evidentemente las dos las hacía de manera paralela hasta que ya las unificó y supongo que ya entonces el autor ya haría de manera "cronológica" la tira.
Empezando ya con las historias en este tomo tenemos aproximadamente unas cuatro aventuras que son serializadas una detrás de otra sin dejar respiro alguno a los protagonistas en cada una de ellas formado al final un todo. En la primera tenemos la presentación de Terry Lee y su "mentor" Pat Ryan que van de viaje a China para pasar una tranquilas vacaciones pero que al final no lo llegarán a ser a causa que son secuestrados por Dragon Lady y su banda de piratas. Ella los retiene en contra de su voluntad pero lo único que realmente le interesa es poder conquistar el corazón de Pat, aunque por supuesto como buen galán de la época no sucumbe en los encantos de la "femme fatale". Por suerte, o desgracia, serán atacados por otro pirata rival lo cual hará que los protagonistas serán secuestrados una vez más aunque saldrán de esta gracias a la armada inglesa.
Con la segunda aventura se introduce el personaje de "Connie", el chino del grupo que hoy en día se considera un poco "políticamente incorrecto" al igual que la forma de Caniff de presentar a los asiáticos en la tira, pero que a mi no me molesta en absoluto al ser la tendencia de aquellos años. El trío protagonista tomarán un viaje en avión donde conocerán a una estadounidense que va a visitar a su padre por un asunto de unas minas, sin embargo serán atacados y secuestrados por un maleante con máscara calavérica que quiere las riquezas de las mencionadas minas. Lo llamativo de esta aventura sin duda es que no acaba de una manera tradicional sino que en media res aparece Dragon Lady y se lleva de sopetón al trío para tenerlos ella de rehenes, comenzando así lo que se puede considerar la tercera aventura del tomo. En esta parte se puede decir que más que una trama es una serie de "escenas" que suceden en la guarida de Dragon Lady teniendo un tinte mucho más humorístico que lo que se presentaba en las planchas anteriores y que es algo que se nota mucho en las tiras sucesivas del tomo donde lo que más destaca a mi juicio es el humor de Caniff, pero ya comentaré más al final de la reseña.
La cuarta fase del tomo es curiosa porque ya que aunque consiguen escapar de Dragon Lady vuelven otra vez a estar a su merced de una manera un tanto azarosa pero sin embargo cambia al poco gracias a la introducción del robaescenas Capitán Blaze, un mercenario bonachón que pondrá contra las cuerdas a Dragon Lady y debido a su loco temperamento también a Terry y sus compañeros. Esta parte es la más extensa del volumen ya que en confinamiento de Blaze y los continuos rifirrafes que tendrá con la pirata va a ser el motor de una serie de cortas batallas que se extienden hasta el final del volumen, con unos protagonistas que merecen un descanso tras unas locas aventuras en china aunque les espera más peligros
diferentes en las tiras diarias.
Comentar un poco los personajes que pululan por el tomo y hay que reconocer que los dos personajes que se llevan la palma son los villanos del tomo. Tanto Dragon Lady como el Capitan Blaze eclipsan por completo a los protagonistas del tomo al ser más carismáticos e interesantes. Hay que reconocer un poco que Terry y Pat son el prototipo total de nuestros "queridos" Roberto Alcazar y Pedrín y bueno... la verdad a mi juicio a ser odiosos en ciertos momentos del tomo pues realmente sus momentos que brillan son los que están contra las cuerdas de los piratas, pero como personajes en sí mismos son muy planos y hijos de su época y que por lo que tengo entendido evolucionan a lo largo de la tira y hasta diría que son más interesantes en las tiras diarias que aquí.
Hablar del dibujo de Caniff es un poco innecesario ya que es un maestro por los cuatro costados aunque hay que reconocer que las primeras tiras tiene un dibujo un tanto primitivo todavía, siendo algo simplón y con línea clara pero que según va avanzado las tiras cambia de manera pausa evolucionando hasta el autor que se le conoce. Comparando la primera con la última página del presente tomo es casi como ver dos autores diferentes sobre todo porque ya en 1936 ya se caracterizó Caniff en hacer las viñetas más trabajadas con luces y sombra y que en cada viñeta estuviera una perspectiva diferente de las escenas que hacía siendo muy dinámico en el resultado final. Un auténtico maestro de la historieta sin duda que a mi me chifla. Pero claro, no hay que olvidar de su guión que aunque no se queda corto si es más hijo de su época, aunque la evolución que tiene en los momentos de humor da lugar a escenas tan chanates de cómo los planes de Dragon Lady, los momentos con Blaze o las escenas con el cocodrilo o la cabra aparte de los juegos de palabras que hay en ciertos momentos que doy por hecho que se han hecho gracias a la labor de traducción de Rafael Marín.
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En la labor de edición de Dolmen es bastante correcta, en la línea por lo que he visto de los demás tomos de Sin Fronteras con un formato en tapa dura resistente y con papel poroso que le va bien al color de las tiras; eso sí, las reproducción de las mismas es otro cantar ya que la calidad de reproducción es un poco a salto de mata y hay tanto buenas como algunas que parecen estar algo borrosas por el paso del tiempo. Aparte hay que señalar que esta edición presenta un aliciente que las diferencia de las ediciones de Norma y Planeta que recogieron estas dominicales y es que en las primeras tiras tenían una tira superior que por motivos que desconozco se eliminaron en las mencionadas ediciones y por suerte Dolmen si las presenta en su edición. Por otro lado en el interior del tomo se presentan una cuidada introducción a cargo de Marín, un texto del propio autor hablando de la obra y una interesante colección de ilustraciones a todo color con muchas planchas gloriosas realizadas por Caniff aunque presenta algunas tiras que son más posteriores al material de este tomo.
En definitiva, una edición a la altura de una de las grandes tiras de prensa de todos los tiempos y que es de gran interés a pesar de que este material es un poco hijo de su tiempo. A pesar de ser considerado el segundo volumen de la recopilación completa de la serie es un buen punto de inicio al ser material autocontenido y independiente de lo que hay en el tomo anterior al ser una historia alternativa, además que tiene mucho el aliciente de ser todo a color.