Por fin he terminado de leer todo el DD que me faltaba. Paso a comentar lo que va entre el 300 USA y el relanzamiento de Marvel Knights. ¿Puro noventerismo? Después de esto ya no daré más la turra en este hilo, prometido.
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Chichester: La saga de la caída de Kingpin que terminaba en el 300 la recuerdo bastante buena así que he partido desde aquí, y menudo pestiño. Tenemos unos 15 números de historias cortas y pequeños arcos que podrían estar bien, pero el estilo de Chichester las vuelve aburridas, secas y sin ninguna gracia. El pobre intenta imitar el estilo hard boiled de Miller y no le sale. Luego empieza a hacer sagas largas y... La primera, Caída del Paraíso, tiene un mínimo interés porque pasan cosas importantes y porque McDaniel se vuelve completamente loco en el dibujo, pero es una de las historias más absurdamente enrevesadas que he leído nunca. A partir de aquí la serie se vuelve directamente ilegible. Imposible. No se puede leer, os lo juro. A tomar viento.
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DeMatteis: Pues ponen al bueno de JM DeMatteis a hacer una saga para arreglar el desastre y como es buen escritor le queda un apaño chulo.
Matt sufre una crisis nerviosa con personalidades múltiples y termina siendo una persona renovada. Un poco de introspección barata y eso, pero no está nada mal.
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Karl Kesel: Una pena que solo dure unos 10 números porque está genial. Es una especie de prototipo de la etapa Waid que vendría mucho después. Tono ligero, aventuras muy entretenidas y unos secundarios que crecen muchísimo y tienen dinámicas muy interesantes. La serie vuelve a tener personalidad. Al principio parece que Matt está fuera de personaje (va haciendo chistes a lo Spiderman todo el rato) pero se entiende, porque está más feliz que nunca con Karen y Foggy de su lado, además de haber salido eufórico de una crisis nerviosa hace nada. Muy buenos cómics.
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Joe Kelly: Meh. Continúa el tono de Kesel pero no funciona igual. Se hace la picha un lío con las tramas, las bromas ya no entran igual y encima el dibujo es muy irregular (Gene Colan estaría ya mayorcete porque menudo destrozo hace el pobre). Destaca solamente el anual con Masacre que ahonda en María Tifoidea y el último número que cierra todas las tramas muy bien. Debería haber sido el final del volumen.
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Coletazos finales: Tras Kelly viene una saga de rellenísimo donde Lobdell convierte a DD en un superespía francés sin memoria (tuvo los cojonazos de repetirlo años después con Nightwing
) y un número final que malgasta el dibujazo de Lee Weeks en una historia sencilla pero ininteligilible que demuestra de nuevo que Chichester no sabría contarnos bien ni el cuento de los tres cerditos. Mal sabor de boca para acabar el primer volumen del cuernecitos.
C'est fini.